El sector es considerado uno de los más deprimidos del municipio y por estar ubicado a las afueras de Villanueva, imposibilita de una u otra forma la movilización de las familias de escasos recursos hasta la sede del Centro de Recuperación Nutricional.
“Para estas familias, trasladarse hasta el centro le costaría dos mil pesos, y para ellos es mejor comer con esos dos mil pesos, que llegar hasta el centro” manifestó Henry Vargas coordinador del programa en el municipio.
“Es necesario llevarles el programa a su entorno, de ésta forma se van a sentir realmente asistidos en materia nutricional y ese es el propósito que se busca, si tu entras al fondo de estas familias te vas a dar cuenta que el problema no solamente es económico, el problema es psicológico, son familias que se limitan a buscar la atención de éste tipo de programas, ellos prefieren morirse de hambre juntos, que dejar que lleguen estos programas, pues piensan que al no tener como alimentar a sus hijos , nosotros se los quitaríamos” precisó Vargas.
Lo interesante en la ejecución de ésta obra es que ha contado con el acompañamiento de los habitantes del Barrio, quienes son conscientes de la importancia de aunar los esfuerzos para buscarle una pronta solución a la problemática que viven las familias del Pompilio Daza. Éste tipo de procesos se pueden integrar a los que vienen desde las entidades gubernamentales, con el propósito de que los recursos se distribuyan equitativamente y sean más las familias las que se beneficien de los programas sociales dirigidos a combatir la desnutrición, en niños y adultos mayores.
La construcción del comedor está en su etapa inicial y es el primer paso para que se construyan muchos de éstos en las zonas deprimidas de Villanueva.
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