Por: Hernán Baquero Bracho“LA MENTIRA CORRE PERO, LA VERDAD LA ALCANZA”
Nadie obtiene el triunfo total sin haber tenido derrotas. Nadie llega hasta el éxito sin haber transitado por el fracaso. Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega al puerto sin remar muchas veces.
A través de este comunicado, le estoy pidiendo disculpas a mi pueblo por un error que cometí en el año 2003. Este comunicado fue publicado por el Diario el Pilón de Valledupar el día 23 de Diciembre de 2006. Parece ser que muchos Villanueveros ignoraron dicha publicación y ahora lo hago nuevamente. Error o falla en que incurrí al aprovecharme de la confianza que el Consejo Directivo de la Fundación Festival Cuna de Acordeones y mi pueblo depositó en mí. Y yo les fallé. Pero la falla estuvo en una calamidad doméstica por la que pasé. ¿Quién no haría cualquier cosa por sus hijos? Lo hice y si hice mal, que Dios me perdone y el pueblo de Villanueva me disculpe. Si he ocupado cargos importantes en mi Departamento y no tengo tacha en mi hoja de vida, por parte de los órganos de control, ¿iba a querer cometer errores, que me costarían caro, en mi tierra natal? Un error que cometí por fuerza mayor, lo magnificaron a nivel nacional, como si yo fuera un elemento de alta peligrosidad.
Como existe la duda en Villanueva, de que no he devuelto los acordeones, es bueno hacer la aclaración a través de este comunicado. Los diez acordeones los devolví, ante la Alcaldía Municipal de Villanueva. Siete acordeones los entregué el 13 de Agosto de 2004 y los tres restantes el 25 de Octubre de 2005, tal como consta en este comunicado de su recibo por parte del Alcalde Municipal y sus diferentes funcionarios.
Toda mi vida, para mi pueblo he querido lo mejor. Lo que he hecho es servirle a mi patria chica. He dejado huellas en los cargos públicos y privados que he ocupado. El pueblo puede dar fe de esto. Como funcionario del Cerrejón, como gerente regional de INCORA, como Secretario de Desarrollo Económico de mi departamento, lo que he dejado es huellas.
Ahora hablemos de ese festival del cual fui su presidente ejecutivo. ¿No realicé un festival para la historia? ¿No fui yo quien diseñó el festival en sus 25 años? ¿Y qué hice? Dedicarme en cuerpo y alma por mi folclor y por la recuperación de ese festival que ha hecho grande a mi pueblo. Dejé la imagen del festival en la cúspide del Vallenato. En el 2003 se realizó un Festival para la historia: inigualable e irrepetible. Fueron cinco días de folclor, por primera vez en la historia del Cuna de Acordeones. De igual manera el Ministerio de la cultura, mediante resolución numero 0770 del 17 de septiembre de 2003, le otorgó la “gran orden Ministerio de Cultura” al Festival Cuna de Acordeones por primera vez en su historia musical.
Reconozco el error que cometí, pero también errar es de .humanos. Cuando se cometen errores y se hacen actos de contrición, el corazón y la conciencia quedan en paz con Dios. Villanueva, puede seguir contando con mis aportes, donde sea necesario y cada vez que pueda contribuir con mi tierra, ahí siempre estaré de manera firme y decidida. A Villanueva siempre la llevo y la llevaré en lo más profundo de mí ser. Nuestro pueblo tiene que recuperar los años perdidos y debe ser otra vez lo que fue: Cuna de la Hidalguía, de la hospitalidad y de la intelectualidad. ¡Que así sea!
A través de este comunicado, le estoy pidiendo disculpas a mi pueblo por un error que cometí en el año 2003. Este comunicado fue publicado por el Diario el Pilón de Valledupar el día 23 de Diciembre de 2006. Parece ser que muchos Villanueveros ignoraron dicha publicación y ahora lo hago nuevamente. Error o falla en que incurrí al aprovecharme de la confianza que el Consejo Directivo de la Fundación Festival Cuna de Acordeones y mi pueblo depositó en mí. Y yo les fallé. Pero la falla estuvo en una calamidad doméstica por la que pasé. ¿Quién no haría cualquier cosa por sus hijos? Lo hice y si hice mal, que Dios me perdone y el pueblo de Villanueva me disculpe. Si he ocupado cargos importantes en mi Departamento y no tengo tacha en mi hoja de vida, por parte de los órganos de control, ¿iba a querer cometer errores, que me costarían caro, en mi tierra natal? Un error que cometí por fuerza mayor, lo magnificaron a nivel nacional, como si yo fuera un elemento de alta peligrosidad.
Como existe la duda en Villanueva, de que no he devuelto los acordeones, es bueno hacer la aclaración a través de este comunicado. Los diez acordeones los devolví, ante la Alcaldía Municipal de Villanueva. Siete acordeones los entregué el 13 de Agosto de 2004 y los tres restantes el 25 de Octubre de 2005, tal como consta en este comunicado de su recibo por parte del Alcalde Municipal y sus diferentes funcionarios.
Toda mi vida, para mi pueblo he querido lo mejor. Lo que he hecho es servirle a mi patria chica. He dejado huellas en los cargos públicos y privados que he ocupado. El pueblo puede dar fe de esto. Como funcionario del Cerrejón, como gerente regional de INCORA, como Secretario de Desarrollo Económico de mi departamento, lo que he dejado es huellas.
Ahora hablemos de ese festival del cual fui su presidente ejecutivo. ¿No realicé un festival para la historia? ¿No fui yo quien diseñó el festival en sus 25 años? ¿Y qué hice? Dedicarme en cuerpo y alma por mi folclor y por la recuperación de ese festival que ha hecho grande a mi pueblo. Dejé la imagen del festival en la cúspide del Vallenato. En el 2003 se realizó un Festival para la historia: inigualable e irrepetible. Fueron cinco días de folclor, por primera vez en la historia del Cuna de Acordeones. De igual manera el Ministerio de la cultura, mediante resolución numero 0770 del 17 de septiembre de 2003, le otorgó la “gran orden Ministerio de Cultura” al Festival Cuna de Acordeones por primera vez en su historia musical.
Reconozco el error que cometí, pero también errar es de .humanos. Cuando se cometen errores y se hacen actos de contrición, el corazón y la conciencia quedan en paz con Dios. Villanueva, puede seguir contando con mis aportes, donde sea necesario y cada vez que pueda contribuir con mi tierra, ahí siempre estaré de manera firme y decidida. A Villanueva siempre la llevo y la llevaré en lo más profundo de mí ser. Nuestro pueblo tiene que recuperar los años perdidos y debe ser otra vez lo que fue: Cuna de la Hidalguía, de la hospitalidad y de la intelectualidad. ¡Que así sea!
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