“Hay hombres que ni siquiera se equivocan, porque nunca se proponen nada razonable” GOETHE
Por: Hernán Baquero Bracho.
Desde bien temprano, debemos tomar la dramática decisión, que marcará el rumbo de nuestras vidas: asumimos el papel de actores o de espectadores. No hay otra alternativa. Es bien sabido que los protagonistas de la historia no han sido propiamente los espectadores: solo quienes han tenido la osadía y la fuerza de la convicción, para poder mirar el futuro con anticipación, han sido capaces de afrontar los retos de su tiempo y, como en el verso de machado, soñar caminos. Estos y no otros, han sido los adelantados de su época, quienes han tenido la perspicacia de cambiar el signo de los tiempos, de sintonizarse con las nuevas realidades y abrazar las ideas nuevas, frescas, catalizadoras del cambio, concitadoras de la sinergia colectiva, que hará posible el gran salto adelante. Bien se ha dicho, que las ideas se convierten en una fuerza material cuando las masas se apropian de ellas, pertrechados con ellas, nos hincamos en el mismo punto de apoyo y empujamos en la misma dirección, ya veremos el prodigioso poder de la unidad de propósitos y la capacidad de convocatoria de la perseverancia.
Esto solo es posible, a condición de que no desertemos de nuestras ideas, pues, de otro modo, caeremos en la trampa mortal de la subrogación de designios ajenos. A contrapelo del aserto anterior, hay quienes actúan como el tuerto, que, por cojo de un ojo, sublima su visión, poniendo a andar el otro, mas hacia lo oscuro, que hacia lo profundo. Y a propósito una reflexión: la luz solo alumbra y es más útil en la oscuridad.
Todo lo anterior cobra mayor fuerza en los tiempos que corren, donde Villanueva en el pasado tuvo hombres visionarios, auténticos lideres que luchaban por una causa y unos ideales, donde descollaron: Román Gómez Ovalle, Rodrigo Dangond Lacouture, Luis Carlos Lacouture Daza, Milton Habid Molina, Silvestre Lacouture Dangond, Tomas Canopan Cabello, Rafael Lucas Martínez, Jorge Juan Bendeck Olivella, Ospicio Baquero Herrera, Luis Felipe Ovalle Isaza, Rafael Augusto Daza Amaya, Narciso Guerra Torres, entre otros, quienes vislumbraron a Villanueva en el tiempo presente y en ese liderazgo que ejercieron con lujo de competencia colocaron a Villanueva como centro de la política, de lo gremial, de las artes y de acuerdos nacionales que redundaron en beneficio de toda la Guajira. O si no échenle una mirada a la historia del “acuerdo de Villanueva”, que se firmo con los más altos dignatarios de la nación en cabeza del Ministro de Energía de la época, Guillermo Perry Rubio, siendo Alcalde Narciso Guerra Torres, Representante Román Gómez Ovalle, donde se establecieron las regalías por concepto de gas para nuestro departamento que ya el ex Senador Rodrigo Dangond Lacouture había solicitado cuando estuvo en la cámara alta y que se dio gracias a la iniciativa del Senador de la época Amilkar Acosta Medina.
El Liderazgo ejercido por Román Gómez Ovalle en la cámara baja fue reconocido a nivel Regional y Nacional y los resultados están ahí, y los personajes ilustres que trajo a Villanueva eran frecuentes en este bello municipio y el liderazgo ejercido por el ex Senador Rodrigo Dangond Lacouture a favor de su pueblo fue notorio en todos los frentes, el desarrollo que le trajo a su municipio todavía se siente, conservo su libro de su ejecutoria en la cámara alta: ¡Mis Debates con Sed de Justicia! Y el liderazgo aunque efímero ejercido por el ex Alcalde Narciso Guerra Torres, se sintió en todos los rincones de nuestra querida Villanueva. Fueron otros tiempos, donde Villanueva brilló con luz propia, gracias al liderazgo que ejercieron en bien de su comunidad, sin olvidar el papel extraordinario, a favor del desarrollo de este municipio que ejerció el ex Ministro de Obras Publicas Jorge Juan Bendeck Olivella, quien sacó del ostracismo en materia vial a toda la península.
Pero ahora reina la confusión y el desconcierto, propios de toda transición, que F. FUKUYAMA en su libro “EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ULTIMO HOMBRE”, incurre en la desmesura de anunciar el fin, no solo de la historia, sino también, de las ideologías. Y, por qué no reconocerlo, hay quienes han tomado demasiado en serio, aquello del fin de la ideología, que sería tanto como decir, que nos podemos orientar, en medio de la tempestad en altamar, sin tener una brújula a mano.
Esto está pasando en la Villanueva de hoy, no existen verdaderos líderes, ni verdaderos liderazgos que apalanquen ideas constructivas en bien de un pueblo que ha sido sufrido pero valiente ante los avatares del tiempo, soñador pero que está perdido en todas las direcciones. Es un barco sin timonel que no encuentra su norte, no tiene capitán y menos suboficiales de jerarquía que en plena tempestad amainen la tormenta. Y la pregunta que queda: ¿Dónde está el Liderazgo?
Por: Hernán Baquero Bracho.
Desde bien temprano, debemos tomar la dramática decisión, que marcará el rumbo de nuestras vidas: asumimos el papel de actores o de espectadores. No hay otra alternativa. Es bien sabido que los protagonistas de la historia no han sido propiamente los espectadores: solo quienes han tenido la osadía y la fuerza de la convicción, para poder mirar el futuro con anticipación, han sido capaces de afrontar los retos de su tiempo y, como en el verso de machado, soñar caminos. Estos y no otros, han sido los adelantados de su época, quienes han tenido la perspicacia de cambiar el signo de los tiempos, de sintonizarse con las nuevas realidades y abrazar las ideas nuevas, frescas, catalizadoras del cambio, concitadoras de la sinergia colectiva, que hará posible el gran salto adelante. Bien se ha dicho, que las ideas se convierten en una fuerza material cuando las masas se apropian de ellas, pertrechados con ellas, nos hincamos en el mismo punto de apoyo y empujamos en la misma dirección, ya veremos el prodigioso poder de la unidad de propósitos y la capacidad de convocatoria de la perseverancia.
Esto solo es posible, a condición de que no desertemos de nuestras ideas, pues, de otro modo, caeremos en la trampa mortal de la subrogación de designios ajenos. A contrapelo del aserto anterior, hay quienes actúan como el tuerto, que, por cojo de un ojo, sublima su visión, poniendo a andar el otro, mas hacia lo oscuro, que hacia lo profundo. Y a propósito una reflexión: la luz solo alumbra y es más útil en la oscuridad.
Todo lo anterior cobra mayor fuerza en los tiempos que corren, donde Villanueva en el pasado tuvo hombres visionarios, auténticos lideres que luchaban por una causa y unos ideales, donde descollaron: Román Gómez Ovalle, Rodrigo Dangond Lacouture, Luis Carlos Lacouture Daza, Milton Habid Molina, Silvestre Lacouture Dangond, Tomas Canopan Cabello, Rafael Lucas Martínez, Jorge Juan Bendeck Olivella, Ospicio Baquero Herrera, Luis Felipe Ovalle Isaza, Rafael Augusto Daza Amaya, Narciso Guerra Torres, entre otros, quienes vislumbraron a Villanueva en el tiempo presente y en ese liderazgo que ejercieron con lujo de competencia colocaron a Villanueva como centro de la política, de lo gremial, de las artes y de acuerdos nacionales que redundaron en beneficio de toda la Guajira. O si no échenle una mirada a la historia del “acuerdo de Villanueva”, que se firmo con los más altos dignatarios de la nación en cabeza del Ministro de Energía de la época, Guillermo Perry Rubio, siendo Alcalde Narciso Guerra Torres, Representante Román Gómez Ovalle, donde se establecieron las regalías por concepto de gas para nuestro departamento que ya el ex Senador Rodrigo Dangond Lacouture había solicitado cuando estuvo en la cámara alta y que se dio gracias a la iniciativa del Senador de la época Amilkar Acosta Medina.
El Liderazgo ejercido por Román Gómez Ovalle en la cámara baja fue reconocido a nivel Regional y Nacional y los resultados están ahí, y los personajes ilustres que trajo a Villanueva eran frecuentes en este bello municipio y el liderazgo ejercido por el ex Senador Rodrigo Dangond Lacouture a favor de su pueblo fue notorio en todos los frentes, el desarrollo que le trajo a su municipio todavía se siente, conservo su libro de su ejecutoria en la cámara alta: ¡Mis Debates con Sed de Justicia! Y el liderazgo aunque efímero ejercido por el ex Alcalde Narciso Guerra Torres, se sintió en todos los rincones de nuestra querida Villanueva. Fueron otros tiempos, donde Villanueva brilló con luz propia, gracias al liderazgo que ejercieron en bien de su comunidad, sin olvidar el papel extraordinario, a favor del desarrollo de este municipio que ejerció el ex Ministro de Obras Publicas Jorge Juan Bendeck Olivella, quien sacó del ostracismo en materia vial a toda la península.
Pero ahora reina la confusión y el desconcierto, propios de toda transición, que F. FUKUYAMA en su libro “EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ULTIMO HOMBRE”, incurre en la desmesura de anunciar el fin, no solo de la historia, sino también, de las ideologías. Y, por qué no reconocerlo, hay quienes han tomado demasiado en serio, aquello del fin de la ideología, que sería tanto como decir, que nos podemos orientar, en medio de la tempestad en altamar, sin tener una brújula a mano.
Esto está pasando en la Villanueva de hoy, no existen verdaderos líderes, ni verdaderos liderazgos que apalanquen ideas constructivas en bien de un pueblo que ha sido sufrido pero valiente ante los avatares del tiempo, soñador pero que está perdido en todas las direcciones. Es un barco sin timonel que no encuentra su norte, no tiene capitán y menos suboficiales de jerarquía que en plena tempestad amainen la tormenta. Y la pregunta que queda: ¿Dónde está el Liderazgo?
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