Por: Hernán Baquero Bracho.
La competitividad se ha convertido en un asunto vital para las empresas y los gobiernos en todo el mundo, ya no como una simple estrategia para que las firmas puedan intervenir sus mercados, sino como un factor clave en el desarrollo de los países y las regiones específicamente. Existen dos tendencias que con especial énfasis definen las nuevas reglas del juego en la economía mundial: la globalización y la regionalización de las unidades económicas. Estos fenómenos no constituyen tendencias temporales que se puedan ignorar, por el contrario son cambios inexorables en la naturaleza de la competencia que los líderes deben aceptar.
No obstante, y quizá lo más importante de señalar en el análisis de competitividad de la Guajira, es que queda suficientemente evidenciado que si algo tiene nuestro departamento en el momento son oportunidades, las cuales no han sido suficientemente aprovechadas por falta de un proceso de construcción regional, sistemático, planificado y sostenido, donde se comience por establecer las metas integrales y de largo plazo y se defina con claridad la dirección estratégica que conduzca al cumplimiento de dichas metas.
Dentro de los factores que componen la plataforma regional de la Guajira, se encuentran muchas deficiencias que podemos destacar a manera de resumen:
Una de las más graves debilidades de La Guajira actualmente es la preparación de su capital humano, uno de los factores más importantes a considerar en el momento de desarrollar una estrategia de competitividad, ya que como proceso dinámico que es, este depende y es impulsado en gran medida por un recurso humano altamente calificado y creativo.
En cuanto a la educación superior, vale destacar que existe una carencia de cent os de investigación y desarrollo tecnológico. La Universidad de a Guajira, no está preparando el profesional que demanda el desarrollo productivo de la región, en efecto la enseñanza presenta serias dificultades de pertenencia, calidad y cobertura. Ello ha redundado en que esta no sea un actor protagónico en la región, toda vez que no surte las veces de centro de innovación tecnológica que promueva e impulse la proyección del desarrollo productivo del departamento. En términos de la formación técnica, si bien el SENA se ha constituido en un gran soporte, el problema se presenta en el momento en que dada la baja cobertura de la educación básica, esta deficiencia debe ser asumida por dicha institución, lo cual retrasa y desorienta la preparación técnica que se requiere.
Otro factor que da cuenta del bajo nivel de calidad de vida es el deterioro del medio ambiente, principalmente debido a la contaminación que genera la inadecuada disposición de basuras y manejo de aguas negras en la mayoría de los municipios, por la creciente deforestación, la falta de parques y zonas verdes y por la presión de los asentamientos humanos en ecosistemas de alta fragilidad. Sin embargo, uno de los problemas más graves es la carencia de agua en más del 50% del territorio, a pesar de la riqueza de la región en relación con este recurso, ello es especialmente evidente en la alta guajira donde no se cuenta con las fuentes hídricas necesarias, tanto para el consumo humano como para los procesos industriales.
La deficiencias notorias señaladas anteriormente y otras como servicios públicos, infraestructura de conectividad, educación, medio ambiente, entre otros, explican en buena medida los pobres resultados obtenidos hasta el momento en los principales renglones de la economía Guajira, los cuales se sintetizan en las siguientes conclusiones:
En la economía guajira coexisten dos estructuras, una de tipo tradicional (industria, agricultura, pesca, etc.) de baja dinámica y enfocada principalmente al mercado local y otra, de enclave, soportada en el carbón, de alta tecnología y con pocos encadenamientos hacia delante y hacia atrás enfocada al mercado externo, pero que no ha logrado jalonar y diversificar la economía departamental en su conjunto.
Es claro que La Guajira ha cimentado sus expectativas de desarrollo económico, en la posesión de los recursos naturales (extracción de minerales principalmente), lo cual le ha generado un "falsa" sensación de riqueza, que ha empañado la visión de los guajiros, por cuanto, hoy los condicionantes del juego de la economía mundial se orientan más hacia la producción y comercialización de productos transformados con alto componente tecnológico y menos a los productos primarios, lo que implica que la riqueza proviene mas de las ideas de las gentes puestas al servicio de la productividad, que de los recursos naturales por sí mismos.
De otra parte, esta falsa sensación de riqueza y esta visión limitada, no le han prometido a la región, empeñarse en aumentar la productividad de sectores tan importantes como el agropecuario, el comercio y el turismo, para lo cual se impone ser creativos en la transformación de la simple posesión de ciertas ventajas de localización, o recursos naturales, en procesos de alta productividad a través de los cuales se aprovechen las oportunidades que ofrece el nuevo modelo de economía global izada. Esta transformación solo es posible si se cuenta con una plataforma regional competitiva y se realizan las escogencias claves para aumentar las acumulaciones de capital en sus distintas categorías, las que constituyen la verdadera riqueza regional.
De acuerdo con los indicadores analizados en cada uno de los sectores más importantes de la economía guajira, se puede afirmar que prácticamente ninguno de ellos es competitivo en el momento. No obstante, si es posible identificar algunos renglones potenciales, como es el caso del comercio, el turismo, los subsectores agrícola y pesquero y por supuesto el minero, pero visto no como extracción simple de minerales, sino con la transformación industrial de los mismos.
Estos sectores no han logrado destacarse y dinamizar la economía, no obstante poseerse algunas ventajas para su desarrollo, como la localización geoestratégicas de la península que la coloca más cerca de los mercados externos, la posesión de recursos naturales importantes, la ubicación de Guajira como zona de frontera con Venezuela, la disposición de cierta infraestructura portuaria y la vocación comercial en la cual se ha desarrollado la población guajira. Esta situación es consecuencia directa de la baja productividad evidenciada en sus principales indicadores, la cual a su vez es producto de unas condiciones precarias de la plataforma regional, ésta dadas sus características actuales, no logra atraer la inversión directa hacia la creación y establecimiento de empresas competitivas o en otros términos no estimula, ó más bien no permite, la creatividad y sostenimiento de empresas capaces de competir ni siquiera en los mercados nacionales.
Igual comportamiento se puede observar en los otros sectores potenciales, los cuales han sido explotados mas como un proceso de "generación espontánea", que como un proceso sistemático, consciente y planificado, a través del cual se definan metas claras y acciones precisas orientadas al aumento de la productividad de los sectores, de tal forma que sea posible no solo contrarrestar la amenaza de la competencia externa, sino convertir las ventajas comparativas en ventajas competitivas que permitan aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo modelo de la economía mundial.
No obstante, y quizá lo más importante de señalar en el análisis de competitividad de la Guajira, es que queda suficientemente evidenciado que si algo tiene nuestro departamento en el momento son oportunidades, las cuales no han sido suficientemente aprovechadas por falta de un proceso de construcción regional, sistemático, planificado y sostenido, donde se comience por establecer las metas integrales y de largo plazo y se defina con claridad la dirección estratégica que conduzca al cumplimiento de dichas metas.
Dentro de los factores que componen la plataforma regional de la Guajira, se encuentran muchas deficiencias que podemos destacar a manera de resumen:
Una de las más graves debilidades de La Guajira actualmente es la preparación de su capital humano, uno de los factores más importantes a considerar en el momento de desarrollar una estrategia de competitividad, ya que como proceso dinámico que es, este depende y es impulsado en gran medida por un recurso humano altamente calificado y creativo.
En cuanto a la educación superior, vale destacar que existe una carencia de cent os de investigación y desarrollo tecnológico. La Universidad de a Guajira, no está preparando el profesional que demanda el desarrollo productivo de la región, en efecto la enseñanza presenta serias dificultades de pertenencia, calidad y cobertura. Ello ha redundado en que esta no sea un actor protagónico en la región, toda vez que no surte las veces de centro de innovación tecnológica que promueva e impulse la proyección del desarrollo productivo del departamento. En términos de la formación técnica, si bien el SENA se ha constituido en un gran soporte, el problema se presenta en el momento en que dada la baja cobertura de la educación básica, esta deficiencia debe ser asumida por dicha institución, lo cual retrasa y desorienta la preparación técnica que se requiere.
Otro factor que da cuenta del bajo nivel de calidad de vida es el deterioro del medio ambiente, principalmente debido a la contaminación que genera la inadecuada disposición de basuras y manejo de aguas negras en la mayoría de los municipios, por la creciente deforestación, la falta de parques y zonas verdes y por la presión de los asentamientos humanos en ecosistemas de alta fragilidad. Sin embargo, uno de los problemas más graves es la carencia de agua en más del 50% del territorio, a pesar de la riqueza de la región en relación con este recurso, ello es especialmente evidente en la alta guajira donde no se cuenta con las fuentes hídricas necesarias, tanto para el consumo humano como para los procesos industriales.
La deficiencias notorias señaladas anteriormente y otras como servicios públicos, infraestructura de conectividad, educación, medio ambiente, entre otros, explican en buena medida los pobres resultados obtenidos hasta el momento en los principales renglones de la economía Guajira, los cuales se sintetizan en las siguientes conclusiones:
En la economía guajira coexisten dos estructuras, una de tipo tradicional (industria, agricultura, pesca, etc.) de baja dinámica y enfocada principalmente al mercado local y otra, de enclave, soportada en el carbón, de alta tecnología y con pocos encadenamientos hacia delante y hacia atrás enfocada al mercado externo, pero que no ha logrado jalonar y diversificar la economía departamental en su conjunto.
Es claro que La Guajira ha cimentado sus expectativas de desarrollo económico, en la posesión de los recursos naturales (extracción de minerales principalmente), lo cual le ha generado un "falsa" sensación de riqueza, que ha empañado la visión de los guajiros, por cuanto, hoy los condicionantes del juego de la economía mundial se orientan más hacia la producción y comercialización de productos transformados con alto componente tecnológico y menos a los productos primarios, lo que implica que la riqueza proviene mas de las ideas de las gentes puestas al servicio de la productividad, que de los recursos naturales por sí mismos.
De otra parte, esta falsa sensación de riqueza y esta visión limitada, no le han prometido a la región, empeñarse en aumentar la productividad de sectores tan importantes como el agropecuario, el comercio y el turismo, para lo cual se impone ser creativos en la transformación de la simple posesión de ciertas ventajas de localización, o recursos naturales, en procesos de alta productividad a través de los cuales se aprovechen las oportunidades que ofrece el nuevo modelo de economía global izada. Esta transformación solo es posible si se cuenta con una plataforma regional competitiva y se realizan las escogencias claves para aumentar las acumulaciones de capital en sus distintas categorías, las que constituyen la verdadera riqueza regional.
De acuerdo con los indicadores analizados en cada uno de los sectores más importantes de la economía guajira, se puede afirmar que prácticamente ninguno de ellos es competitivo en el momento. No obstante, si es posible identificar algunos renglones potenciales, como es el caso del comercio, el turismo, los subsectores agrícola y pesquero y por supuesto el minero, pero visto no como extracción simple de minerales, sino con la transformación industrial de los mismos.
Estos sectores no han logrado destacarse y dinamizar la economía, no obstante poseerse algunas ventajas para su desarrollo, como la localización geoestratégicas de la península que la coloca más cerca de los mercados externos, la posesión de recursos naturales importantes, la ubicación de Guajira como zona de frontera con Venezuela, la disposición de cierta infraestructura portuaria y la vocación comercial en la cual se ha desarrollado la población guajira. Esta situación es consecuencia directa de la baja productividad evidenciada en sus principales indicadores, la cual a su vez es producto de unas condiciones precarias de la plataforma regional, ésta dadas sus características actuales, no logra atraer la inversión directa hacia la creación y establecimiento de empresas competitivas o en otros términos no estimula, ó más bien no permite, la creatividad y sostenimiento de empresas capaces de competir ni siquiera en los mercados nacionales.
Igual comportamiento se puede observar en los otros sectores potenciales, los cuales han sido explotados mas como un proceso de "generación espontánea", que como un proceso sistemático, consciente y planificado, a través del cual se definan metas claras y acciones precisas orientadas al aumento de la productividad de los sectores, de tal forma que sea posible no solo contrarrestar la amenaza de la competencia externa, sino convertir las ventajas comparativas en ventajas competitivas que permitan aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo modelo de la economía mundial.
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