Por: Jorge Juan Orozco Sánchez.
Mientras no nos despojemos de sentimientos malsanos en nuestros corazones, cuando no aceptemos los triunfos de los otros y no nos alegremos del bienestar del prójimo, difícilmente los procesos básicos que deben aplicarse a nuestra sociedad provinciana nunca arrojaran resultados de paz, convivencia y tranquilidad espiritual.
Me tengo que referir a un correo electrónico, que a muchos nos llegó y cuestiona a la fundación, de cuyo presidente debemos esperar un pronunciamiento, excluyendo cualquier influencia política que cualquier individuo, sin cuestionar sus capacidades haga de una manera inconsulta uso de ello.
Referente a la citación de mi nombre, no me afecta en nada una invitación, el festival para mi es Villanueva, el festival para mi es invitar al mayor número de Colombianos a nuestro festival, a Villanueva, del cual tengo un verdadero sentido de pertenencia, nunca veo el festival, como una tarima o una figuración farandulera, el festival para mí son los 365 del año para promocionarlo desde mi óptica, desde que culmine mi 2º periodo de gobierno también di un paso al lado pero con la disposición de prestar los aportes necesarios cuando así se considere.
Estoy de acuerdo en un alto porcentaje con el Dr. Rodrigo Daza Cárdenas, en el sentido que lo mejor que le pudo pasar a Villanueva y al Festival es haber logrado que ISRAEL ROMERO OSPINO, aceptara ser su presidente, un hombre probo, honesto, carismático entre muchas cualidades, pero sin el ánimo de ofender o herir susceptibilidades (pido disculpas anticipadas), deben reconocer “algunos “ miembros de la junta directiva que su ciclo ya culminó y en algunos sin pena ni glorias y el presidente lo debe analizar, con lupa, más ahora que se tejen denuncias que pueden deteriorar su imagen, (la del festival) mal hiciera si señalara sin argumentos, pero hace rato vengo haciendo saber mis preocupaciones por la no participación de la asamblea para ciertas decisiones, se ha perdido esa voluntad que antes se vivió, con la inclusión de muchos, que es antagónica con la posición de pocos que se creen dueños del festival.
Reitero mi disposición para aportar, reitero mi sentido de valor al respeto, reitero m i posición abierta a cualquier actividad, social, académica o folklórica que se requiera, como, como Ex presidente del festival como ex alcalde, como un Villanuevero mas y aprovechando para hacer un llamado a la paz espiritual y mental, a bajar las armas y a ver lo bueno en el prójimo y ayudar a mejorar su parte mala.
Mientras no nos despojemos de sentimientos malsanos en nuestros corazones, cuando no aceptemos los triunfos de los otros y no nos alegremos del bienestar del prójimo, difícilmente los procesos básicos que deben aplicarse a nuestra sociedad provinciana nunca arrojaran resultados de paz, convivencia y tranquilidad espiritual.Me tengo que referir a un correo electrónico, que a muchos nos llegó y cuestiona a la fundación, de cuyo presidente debemos esperar un pronunciamiento, excluyendo cualquier influencia política que cualquier individuo, sin cuestionar sus capacidades haga de una manera inconsulta uso de ello.
Referente a la citación de mi nombre, no me afecta en nada una invitación, el festival para mi es Villanueva, el festival para mi es invitar al mayor número de Colombianos a nuestro festival, a Villanueva, del cual tengo un verdadero sentido de pertenencia, nunca veo el festival, como una tarima o una figuración farandulera, el festival para mí son los 365 del año para promocionarlo desde mi óptica, desde que culmine mi 2º periodo de gobierno también di un paso al lado pero con la disposición de prestar los aportes necesarios cuando así se considere.
Estoy de acuerdo en un alto porcentaje con el Dr. Rodrigo Daza Cárdenas, en el sentido que lo mejor que le pudo pasar a Villanueva y al Festival es haber logrado que ISRAEL ROMERO OSPINO, aceptara ser su presidente, un hombre probo, honesto, carismático entre muchas cualidades, pero sin el ánimo de ofender o herir susceptibilidades (pido disculpas anticipadas), deben reconocer “algunos “ miembros de la junta directiva que su ciclo ya culminó y en algunos sin pena ni glorias y el presidente lo debe analizar, con lupa, más ahora que se tejen denuncias que pueden deteriorar su imagen, (la del festival) mal hiciera si señalara sin argumentos, pero hace rato vengo haciendo saber mis preocupaciones por la no participación de la asamblea para ciertas decisiones, se ha perdido esa voluntad que antes se vivió, con la inclusión de muchos, que es antagónica con la posición de pocos que se creen dueños del festival.
Reitero mi disposición para aportar, reitero mi sentido de valor al respeto, reitero m i posición abierta a cualquier actividad, social, académica o folklórica que se requiera, como, como Ex presidente del festival como ex alcalde, como un Villanuevero mas y aprovechando para hacer un llamado a la paz espiritual y mental, a bajar las armas y a ver lo bueno en el prójimo y ayudar a mejorar su parte mala.
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