Un villanuevero que dejó huellas!

Por: Hernán Baquero Bracho.
Tuve la fortuna de conocer al dirigente conservador Eduardo Pereira García, en la campaña al senado del Ex Gobernador y Ex Senador Rodrigo Dangond Lacaouture en la década de los 80. Allí el suscrito actuaba como secretario general de la campaña del dirigente conservador – entre otras cosas con Rodrigo me inicie en los pininos de la política – y ahí pude darme cuenta de los aguerrido, de la lealtad, de la personalidad, del carisma y del amor por su partido que despertaba Eduardo Pereira como soldado o como teniente del partido de Caro, Ospina y Laureano. Hoy continuamos sintiendo la ausencia de este líder que hizo historia en su pueblo de adopción. Así como llegó a Villanueva, así se fue en silencio, sin ruido. Había nacido el 29 de marzo de 1940. Solo con las nostalgias de su amada Magola, de sus hijos a los que quiso tanto y de su pueblo donde conquisto tantos amigos. La muerte de Magola nunca la pudo superar y fue así como en el mes de enero del año en curso se fue de la vida terrenal para encontrarse en el mundo celestial con la mujer que conquisto los sueños y sembró para siempre una familia hermosa en este pueblo querido.

Eduardo Pereira García, llegó a Villaneuva en el año de 1965 procedente de ciénaga - su tierra natal - como funcionario de la extinta caja de crédito agrario industrial y minero, donde se desempeñó como cajero hasta el año de 1968. Luego se ausentó del pueblo que lo adoptó como uno de sus hijos predilectos, por cuestiones laborales a fines del año 1968 hasta diciembre de 1971. Luego regresó nuevamente a su tierra por adopción a la que no abandonaría nunca más en el año de 1972 y ofició en el Banco de Bogotá como auxiliar de oficina. Luego con lujo de competencia se desempeña como jefe de sección en la superintendencia nacional de cooperativas, cargo este ya a nivel Departamental. Más adelante en la Gobernación de Eduardo Lacauture Cuello, se desempeñó como coordinador general de educación a nivel Departamental, cargo en el cual dejó huellas y gratos recuerdos, según calendas del año de 1982. Eduardo había ascendido en su carrera profesional por su disciplina, su carácter y su lealtad al Ex Gobernador Rodrigo Dangond Lacauture.

Ya Eduardo era un Villanuevero mas, se había ganado el Corazón de este pueblo y ya había enamorado a la compañera sin par, a sus siempre adorada Magola Henríquez de Pereira, quien se la había presentado el Ex Alcalde Municipal Gonzalo Lacauture Lacauture. Doña Magola fue una funcionaria eficiente de la federación nacional de Cafeteros, cargo al cual llegó de las manos del gran dirigente conservador Luis Carlos Lacauture Daza y en el cual se desempeñó con lujo de competencia. De la unión con Doña Magola Tuvieron cuatro hijos: Eduardo Gregorio, oficial del ejército y próximo a ser Teniente Coronel; Mercedes Piedad de Profesión Publicista; José Rafael de profesión Abogado y Ex Personero Municipal de Villanueva. José ha sido el personero más Joven que ha tenido nuestro Pueblo y su cargo lo desempeñó con capacidad, con carácter y con sentido de pertenencia por los más desvalidos y Juan Miguel Pereira Henriquez quien es administrador de empresas. Como quien dice Eduardo con la dama Villanuevera realizó una buena cosecha y hoy ante la ausencia de sus padres están originando buenos frutos. Villanueveros por Excelencia.

Eduardo José en el año de 1981 se desempeñó como tesorero Municipal de nuestro Municipio. En el año de 1986 Villanueva lo eligió concejal Municipal de su colectividad. El primero de junio de 1992 fue nombrado por el Alcalde de la época Gonzalo Lacouture Lacouture, como secretario de Gobierno Municipal. Fue la culminación exitosa de Eduardo en su carrera Política que la había iniciado en la década de los setenta. Cienagero de nacimiento pero Villanuevero de corazón y de convicción.


En el año 2000, la fundación Festival Cuna de Acordeones, siendo presidente ejecutivo el arquitecto Jaime Plata Suarez, lo nombró hijo adoptivo de su festival. Que emoción tan grande sintió Eduardo Pereira ese día. Estaba hinchado de alegría y su corazón palpitaba como el de un niño que iba a recibir por vez primera una distinción. Ese fue uno de los días más felices de Eduardo y de su familia.

Concluyo, citando a Arturo Alape, cuando afirma: “Hoy cuando el desencanto es alma de huellas y culpa de muchos que trajinaron esa ilusión, por el derrumbe del paradigma, solo podemos decir, que le hombre ha sobrevivido a sus yerros y a la derrota de sus ilusiones. Pero nunca el hombre podrá enterrar para siempre la visión y los huesos del sueño de una utopía”. Queda para la historia de los que escriben la historia de los pueblos, el recuerdo imperecedero de la imagen de un hombre que tuvo muchos sueños y venció muchos paradigmas y se ganó y conquistó el corazón de los Villanueveros. ¡Así es y así será la figura de Eduardo Pereira García!

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