"Las alianzas que se tejen no son para beneficiar al pueblo, solo le tocan la fibra del entusiasmo y exigirle votar por los que le han creado las múltiples necesidades con la intención de mantener una fuente segura de votación a cambio de dádivas."
Por: José Fontalvo De La Hoz.Las alianzas políticas cuando están encaminadas a servir en forma global a las poblaciones no son repudiables, por el contrario deben ser apoyadas sin ninguna objeción, pues su objetivo es loable.
La falta de compromiso de los que dicen llamarse políticos ha engendrado en las comunidades incredulidad e incertidumbre de lo que proclaman y prometen porque no cumplen con las promesas dirigidas, en especial, a sectores con todas las necesidades insatisfechas. A los candidatos para las distintas corporaciones que hacen su presencia en las veredas, corregimientos, municipios, ciudades y departamentos nadie les cree por la falta de seriedad y falacia con su palabra empeñada. La espontaneidad para asistir a las concentraciones que han sido programadas son cosa del pasado, hoy se nota nutrido auditorio en algunos comandos políticos, en las plazas públicas de los municipios y ciudades cuando se sabe de la entrega de cemento y bloques, verdaderas ideas y postulados de los candidatos que resolverán, según ellos, las afugias del pueblo que está actuando contra sí mismo. Ya no valen arengas, discursos; el pueblo desconfía de sus jefes y el único tábano que electriza a los electores son las dádivas, ellas los ponen orondos en dirección a las urnas sin que haya un segundo de reflexión sobre ese acto sublime de la democracia cual es el de escoger libremente el camino de la felicidad. Han desaparecido las ideas, principios y filosofía de los partidos políticos, la energía motriz que pone en marcha a las masas populares está fundamentada en las recompensas y pagos anticipados por los votos; no hay un compromiso de fondo de los candidatos que los obligue a presentar proyectos ante los cuerpos legislativos que favorezcan en su integridad a la población sin restricción alguna.
En las contiendas electorales surgen abanicos de candidatos de diversos matices. Los letrados y académicos si no tienen los suficientes recursos para cubrir los gastos de campaña o carecen de un buen patrocinador del mismo talante son inexorablemente derrotados por los improvisados no académicos ni genuinos políticos, pero sí con innumerables recursos económicos que reemplazan los conocimientos y las ideas. Algún pensador político dijo que en cuestiones de elecciones los académicos, los poetas y escritores eran los que menos seguidores tenían, y por tanto los resultados les eran esquivos. Los tiempos y las circunstancias han cambiado, porque a pesar de seguir los pueblos maniatados por el poder de los que controlan los hilos de las administraciones estatales se ven señales de cambio del orden que los sojuzga. No será fácil el cambio de la cultura del engaño y el embrollo politiquero. Este cambio no se puede esperar de la clase dirigente, debe ser gestado y desarrollado por los engañados, con ideas sólidas y contundentes que muten sustancialmente ese estado de cosas muy contradictorio por lesionar los intereses y el ser de todos los miembros de una nación dada.
Ni los candidatos con abundante caudal ni los académicos y letrados individualmente, se sienten seguros de la victoria y por eso arman las alianzas que les garanticen el triunfo total. Las alianzas políticas son reflejo de debilidad o carencia de principios filosóficos de los partidos políticos es por eso que se hacen imprescindibles, más que nunca, para asegurar su prolongación en el tiempo. La democracia en el mundo se ha enfermado por diversas causas y una de ellas, tal vez, la más relevante es la venalidad de los cargos públicos, pues los funcionarios ya no son seleccionados por competencia sino por recomendaciones políticas para conformar la estructura burocrática estatal.
Las alianzas que se tejen no son para beneficiar al pueblo, solo le tocan la fibra del entusiasmo y exigirle votar por los que le han creado las múltiples necesidades con la intención de mantener una fuente segura de votación a cambio de dádivas.
Si en una justa electoral se nos presentan alternativas a través de varias alianzas políticas para escoger nuestros idóneos representantes, no dudaríamos en darle la bienvenida, escogeríamos entre los peores, los mejores que defiendan nuestros intereses y de contera se salve la democracia que requiere de una buena oxigenación. Las alianzas políticas no son malas, pésimos son sus perversos objetivos que buscan eternizar el sometimiento de los débiles ahogándoles sus legítimas aspiraciones.
La falta de compromiso de los que dicen llamarse políticos ha engendrado en las comunidades incredulidad e incertidumbre de lo que proclaman y prometen porque no cumplen con las promesas dirigidas, en especial, a sectores con todas las necesidades insatisfechas. A los candidatos para las distintas corporaciones que hacen su presencia en las veredas, corregimientos, municipios, ciudades y departamentos nadie les cree por la falta de seriedad y falacia con su palabra empeñada. La espontaneidad para asistir a las concentraciones que han sido programadas son cosa del pasado, hoy se nota nutrido auditorio en algunos comandos políticos, en las plazas públicas de los municipios y ciudades cuando se sabe de la entrega de cemento y bloques, verdaderas ideas y postulados de los candidatos que resolverán, según ellos, las afugias del pueblo que está actuando contra sí mismo. Ya no valen arengas, discursos; el pueblo desconfía de sus jefes y el único tábano que electriza a los electores son las dádivas, ellas los ponen orondos en dirección a las urnas sin que haya un segundo de reflexión sobre ese acto sublime de la democracia cual es el de escoger libremente el camino de la felicidad. Han desaparecido las ideas, principios y filosofía de los partidos políticos, la energía motriz que pone en marcha a las masas populares está fundamentada en las recompensas y pagos anticipados por los votos; no hay un compromiso de fondo de los candidatos que los obligue a presentar proyectos ante los cuerpos legislativos que favorezcan en su integridad a la población sin restricción alguna.
En las contiendas electorales surgen abanicos de candidatos de diversos matices. Los letrados y académicos si no tienen los suficientes recursos para cubrir los gastos de campaña o carecen de un buen patrocinador del mismo talante son inexorablemente derrotados por los improvisados no académicos ni genuinos políticos, pero sí con innumerables recursos económicos que reemplazan los conocimientos y las ideas. Algún pensador político dijo que en cuestiones de elecciones los académicos, los poetas y escritores eran los que menos seguidores tenían, y por tanto los resultados les eran esquivos. Los tiempos y las circunstancias han cambiado, porque a pesar de seguir los pueblos maniatados por el poder de los que controlan los hilos de las administraciones estatales se ven señales de cambio del orden que los sojuzga. No será fácil el cambio de la cultura del engaño y el embrollo politiquero. Este cambio no se puede esperar de la clase dirigente, debe ser gestado y desarrollado por los engañados, con ideas sólidas y contundentes que muten sustancialmente ese estado de cosas muy contradictorio por lesionar los intereses y el ser de todos los miembros de una nación dada.
Ni los candidatos con abundante caudal ni los académicos y letrados individualmente, se sienten seguros de la victoria y por eso arman las alianzas que les garanticen el triunfo total. Las alianzas políticas son reflejo de debilidad o carencia de principios filosóficos de los partidos políticos es por eso que se hacen imprescindibles, más que nunca, para asegurar su prolongación en el tiempo. La democracia en el mundo se ha enfermado por diversas causas y una de ellas, tal vez, la más relevante es la venalidad de los cargos públicos, pues los funcionarios ya no son seleccionados por competencia sino por recomendaciones políticas para conformar la estructura burocrática estatal.
Las alianzas que se tejen no son para beneficiar al pueblo, solo le tocan la fibra del entusiasmo y exigirle votar por los que le han creado las múltiples necesidades con la intención de mantener una fuente segura de votación a cambio de dádivas.
Si en una justa electoral se nos presentan alternativas a través de varias alianzas políticas para escoger nuestros idóneos representantes, no dudaríamos en darle la bienvenida, escogeríamos entre los peores, los mejores que defiendan nuestros intereses y de contera se salve la democracia que requiere de una buena oxigenación. Las alianzas políticas no son malas, pésimos son sus perversos objetivos que buscan eternizar el sometimiento de los débiles ahogándoles sus legítimas aspiraciones.
Señor Jose Fontalvo De La Hoz mis respetos, me quito el sombrero , No lo conosco , pero lo asocio con el gremio de periodistas de la familia De La Hoz . Quiero decirle que de toda la gente que escribe en este medio , y lo quiero expresar con toda la sinceridad del mundo, que su articulo provoa leerlo una y otra vez , eso es lo que necesitamos en este pais gente que piense y que ponga a pensar a los demas. Lo felicito siga asi que DIOS lo siga bendiciendo con sus buenos ideales.
ResponderBorrarGracias por permitirme expresar mis idas libremente en este medio, quiero decirle a mi querida comunidad villanuevera y al mundo entero, despues de reflexionar profundamente en esta semana santa pasada, que la humanidad tiene que cambiar para bien , pensar menos en lo material y mas en lo espiritual , no podemos estar metidos en la iglesia comulgando con DIOS y luego salimos de ella a andar con el demonio , debemos mostrar lo que realmente somos, no podemos ser tibios , o somos calientes o somos frios , no podemos estar en el tibiri tabara , debemos actuar con la verdad , que por la verdad murio cristo , claro que no podemos exigirle mucho a los seres humanos, mucho menos a gentes que viven en condiciones de sometimiento a la esclavitud de la pobresa y de la ignorancia impuesta por la clase politiquera, pero bueno a esa pobre gente se le perdona , pero aquellos que pueden cambiar las cosas porque tienen maneras de vivir bien tampoco buscan la manera de cambiar las cosas, es que debo recordar que seguimos siendo imperfectos, tanto que si cristo vuelve a resucitar para salvar a esta humanidad , nuevamente vuelven y lo juzgan como lo peor.
ResponderBorrarPero bien siempre brilla una esperanza , nunca es tarde para empezar villanueva mia insisto en que hay que buscar a la persona que cumpla con los verdaderos requicitos para que sea el mejor administrador de los recursos economicos del municipio de villanueva , debemos buscar a los mejores hombres sin odios , sin pasiones , sin rencores , sin resentimientos, sin politiqueria, sin presiones de grupos al margen de la ley , sin compadrasgos , sin amiguismos, tenemos que desprendernos de todas estas cosas que le han hecho mucho daño a nuestra querida comunidad , porque en estos ultimos 20 años la palabra progreso y desarrollo se ha perdido para los villaueveros.
Invito a los villanueveros que todavia creen en el temor de DIOS a que escojamos a los candidatos a la alcladia de villanueva y de todos los pueblos de la guajira y del mundo por meritcrasia y que el perfildel personajea a ocupar este cargo sea : DIGNIDAD , HONESTIDAD , CARACTER , INDEPENDENCIA , PROFESIONAL EN LO POSIBLE CON CONOCIMIENTO DE LA COSA PUBLICA , LIBRE DE PROBLEMAS CON LA JUSTICIA Y UNA ULTIMA CUALIDAD QUE NO SEA CINICO E HIPOCRITA , QUE CUMPLA CON UN PROGRAMA DE GOBIERNO EXPUESTO EN LA CAMPAÑA POLITICA.
BUSQUEMOS EL BIEN COMUN , ES HORA QUE NOS LIBEREMOS DEL YUGO DE LA POBREZA, DE LA MISERIA Y DE LA IGNORANCIA.
UN PUEBLO UNIDO JAMAZ SERA VENCIDO
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