Un saludo a los anónimos

"...comentarios anónimos en recientes artículos orquestados desde la clandestinidad es muestra palpable de las pocas divergencias de fondo que esconden las formas de los anónimos de allá de los columnistas de acá. Qué diferencia hay entre ingeniarse la trama de la “critica destructiva” para poder culpabilizar del desastre administrativo en Villanueva? a unas notas de desinteresados ciudadanos a quienes se les permiten publicar notas de opinión; con la de inventarse que la intención es solo perseguir y perjudicar?... Lo que se pretende es ejercer el derecho que todo ciudadano tiene constitucionalmente de reclamar eficiencia administrativa, agilidad en la gestión, inclusión social y resultados positivos para toda la sociedad..."

Por: Jorge Juan Orozco Sánchez.

Si no fuera porque las polémicas lo que generan incomodidades y violencia, los anónimos que campean después de la publicación de un articulo, opinando o exaltando a personajes de nuestra tierra a quienes los descalifican, ofenden y además pretenden responsabilizarlos de la crisis social y política que se vive hoy, la noticia sería un verdadero chiste.

Los anónimos parecen unos malos guionistas de una peor comedia al intentar esconder sus complejos y frustraciones en improperios y ofensas en contra de todo lo que se opine, se exalte o se reconozca, más allá de tal absurdo, su insistencia pone de presente que el mayor peligro para cualquier sociedad es crear un ambiente de inconformidad social donde los que opinan y los personajes reconocidos se convierten en sus peores enemigos. Y especialmente sensible a esas arbitrariedades es el tema de la libertad personal, tanto que de la existencia para su protección de normas constitucionales y legales o de medios administrativos y judiciales serios e independientes para su restablecimiento, depende que una organización social sea clasificada como más o menos democrática, pero la libertad personal y aceptarla es un trago amargo para el anónimo.

Quiero advertir la paja en el ojo del anónimo no debe impedirnos ver a veces la viga en el nuestro cuando nos equivocamos, pero existe un reconocimiento del error y con nombre propio lo reconocemos y lo más importante escuchamos otras opiniones y concertamos para llegar a conclusiones incluyentes y que beneficien a nuestra sociedad, no significa que no se acepten exteriorizaciones o las pretensiones de la crítica constructiva. La diferencia es que la los columnistas a la cabeza de los medios virtuales de comunicación, ha sabido plantar cara y defender, aun a costa de la seguridad personal, su independencia, autonomía con la sana y decidida intención de participar e informar a la sociedad de temas de interés general.

No ha sido fácil, la lectura de comentarios anónimos en recientes artículos orquestados desde la clandestinidad es muestra palpable de las pocas divergencias de fondo que esconden las formas de los anónimos de allá de los columnistas de acá. Qué diferencia hay entre ingeniarse la trama de la “critica destructiva” para poder culpabilizar del desastre administrativos en Villanueva? a unas notas de desinteresados ciudadanos a quienes se les permiten publicar notas de opinión; con la de inventarse que la intención es solo perseguir y perjudicar? NO! Lo que se pretende es ejercer el derecho que todo ciudadano tiene constitucionalmente de reclamar eficiencia administrativa, agilidad en la gestión, inclusión social y resultados positivos para toda la sociedad refrendado en un Plan de desarrollo.

La invitación a los anónimos, es por lo menos abrir debates de altura y dentro del marco del respeto de frente a la sociedad, con la garantía de nuestra parte de aceptar los desaciertos, defender los aciertos y aprender de lo no conocido, donde el ganador es la sociedad quien al final después de estas maduras discusiones tendrá más elementos de juicios para la toma de decisiones en los momentos que la situación político – social lo reclame.

“La verdadera educación de un hombre comienza varias generaciones atrás, independiente de su situación política, económica o social”.