Por Hernán Baquero Bracho.
Con el nombramiento por parte del colegio cardenalicio y el poder del Espíritu Santo, la Iglesia Católica tiene nuevo Papa, Francisco, el cardenal argentino Jorge Mario Bergolio, nombre que asumió en nombre del santo Francisco de Asís, quien a pesar de poseer riquezas terrenales, renunció a ellas y abrazó con devoción y amor la causa por la cual el Hijo del Hombre, vino a este mundo, Jesucristo nuestro Señor, a salvarnos de todos los pecados con su sacrificio en la cruz y con la entronización del Papa Francisco, la iglesia católica se ha salvado, ya que venía en una decadencia total por sus pecados internos y su amor a las riquezas terrenales, pero el nuevo Papa se ha tomado en serio su papel donde la humildad, la sencillez, la austeridad, el amor a los pobres y desvalidos, se han convertido en sus apostolados y los cambios que se avecinan se harán sentir en lo más profundo de los cimientos de la iglesia que fundó Pedro, uno de los apóstoles de Cristo en la tierra. Todos los católicos estamos felices por este nuevo rumbo que ha tomado el catolicismo. El Papa Francisco, llegó del sur del continente sur americano para enderezar ese rumbo torcido de la iglesia católica.
Del sur de La Guajira, llegó también el gobernador Juan Francisco, de Barrancas, a darle oxigeno a la política departamental, que se encontraba enclaustrada en el amiguismo y el clientelismo. Llegó también como salvador de los más pobres, a poner en práctica sus apostolados basados en la humildad, la sencillez y en la inclusión social para mejorar la calidad de vida de los guajiros, quienes han sido golpeados por la concentración del poder de unos pocos y a abrir el abanico de la prosperidad, buscando que ella llegue sin obstáculos a lo largo y ancho de los 28 mil kilómetros cuadrados que conforman el departamento de La Guajira. Francisco, el gobernador también ha roto los niveles de popularidad con su carisma y su disposición hacia su pueblo, mantiene expectante a su comunidad quienes han cifrado sus esperanzas de ver un verdadero cambio en la península, en todos sus actuares y el desarrollo de su plan de desarrollo que sea de verdad incluyente y no excluyente como en el pasado.
El otro Francisco, es el Hombre, el padre del acordeón traducido en vallenato y que por estos días celebra su quinta versión con una organización regia en bien del folclor guajiro y donde Riohacha, la capital del departamento se engalanará para que el turismo, una de las fortalezas de la península vuele por lo alto y posicione nuestra cultura no solo a nivel territorial, sino regional y nacional, como en efecto está sucediendo. Francisco Moscote o Francisco el Hombre llegó también procedente del sur de Riohacha, a quedarse para siempre en la memoria d los guajiros y de los colombianos y de la mano de su mentor Álvaro Cuello Blanchar y su directora ejecutiva Ruth Berardinelli Zarate, también llegaron procedentes del sur de La Guajira a demostrar con hechos que son profetas fuera de su tierra y lo han demostrado en organización y resultados de un festival que vuela por lo alto, único en su género y que se ha salido de los parámetros de los festivales tradicionales del vallenato. Francisco está de moda y el sur es el nuevo norte en lo espiritual, el lo gubernamental y en lo organizacional. ¡Juepajé, así como vamos que lleguen todos los Franciscos, menos Francisco Santos que se aprovechó de los villanueveros!
Del sur de La Guajira, llegó también el gobernador Juan Francisco, de Barrancas, a darle oxigeno a la política departamental, que se encontraba enclaustrada en el amiguismo y el clientelismo. Llegó también como salvador de los más pobres, a poner en práctica sus apostolados basados en la humildad, la sencillez y en la inclusión social para mejorar la calidad de vida de los guajiros, quienes han sido golpeados por la concentración del poder de unos pocos y a abrir el abanico de la prosperidad, buscando que ella llegue sin obstáculos a lo largo y ancho de los 28 mil kilómetros cuadrados que conforman el departamento de La Guajira. Francisco, el gobernador también ha roto los niveles de popularidad con su carisma y su disposición hacia su pueblo, mantiene expectante a su comunidad quienes han cifrado sus esperanzas de ver un verdadero cambio en la península, en todos sus actuares y el desarrollo de su plan de desarrollo que sea de verdad incluyente y no excluyente como en el pasado.
El otro Francisco, es el Hombre, el padre del acordeón traducido en vallenato y que por estos días celebra su quinta versión con una organización regia en bien del folclor guajiro y donde Riohacha, la capital del departamento se engalanará para que el turismo, una de las fortalezas de la península vuele por lo alto y posicione nuestra cultura no solo a nivel territorial, sino regional y nacional, como en efecto está sucediendo. Francisco Moscote o Francisco el Hombre llegó también procedente del sur de Riohacha, a quedarse para siempre en la memoria d los guajiros y de los colombianos y de la mano de su mentor Álvaro Cuello Blanchar y su directora ejecutiva Ruth Berardinelli Zarate, también llegaron procedentes del sur de La Guajira a demostrar con hechos que son profetas fuera de su tierra y lo han demostrado en organización y resultados de un festival que vuela por lo alto, único en su género y que se ha salido de los parámetros de los festivales tradicionales del vallenato. Francisco está de moda y el sur es el nuevo norte en lo espiritual, el lo gubernamental y en lo organizacional. ¡Juepajé, así como vamos que lleguen todos los Franciscos, menos Francisco Santos que se aprovechó de los villanueveros!
Nunca sabe uno cuándo puede cruzar por la cabeza una intuición
ResponderBorrarcientífica. Desde luego, no me esperaba tener uno de esos momentos «¡eureka!
» sentado frente al televisor y contemplando una película policiaca.
En el concreto episodio de la serie que estaba viendo, el héroe de la
cinta tenia que evitar un atentado terrorista tras comprobar que el genio matemático que co protagoniza el filme acababa
de efectuar una medición matemática -llamada «índice de confianza»- para calcular el grado de lealtad
existente entre un grupo de sospechosos posiblemente dedicados a actividades
terroristas. La idea de que resultara posible medir con precisión el grado de confianza que pudiera mediar en las relaciones existentes entre varios terroristas en potencia me pareció un giro
argumental muy interesante. Por otra parte, aquello no era más que una fantasía que algún guionista de imaginación desbordante había venido a concebir, presumiblemente con ia ayuda del asesor matemático de la serie.
Ese principio es la confianza. ¡Me temo que ya
vuelvo a proclamar a los cuatro vientos una conclusión evidente por sí misma!
Las parejas felices me dicen constantemente que la confian/a que sienten el uno
en el otro es lo que les hace sentir que su relación es sólida y que es también lo que confiere profundidad a su amor,
permitiendo que florezca la amistad y la intimidad sexual.
Las parejas desdichadas se quejan de que su relación carece de ese factor de cohesión.
Sin embargo, todas las parejas tienden a pensar que la confianza es una cualidad intangible tan
imposible de determinar con precisión como de medir en términos concretos.
Lo cierto es que hoy ya puede procederse a calcular de manera matemática los niveles de confianza y de traición que gravitan sobre una pareja, y convertirlos.
así. en objeto de un estudio científico.
Todos los dias topamos en los medios sensacionalistas con una avalancha de crónicas de
engaños en plan «¡te hemos pillado! » en las que vemos desenmascarar a un buen número de
famosos y politicos adictos al sexo que no reparan en faltar a sus votos matrimoniales.
Estas historietas morales de desconfianza y deslealtad vienen a resaltar lo habitual y de\ astadora que puede llegar a ser la infidelidad.
No obstante, y a pesar de su obvia nocividad, tengo buenas razones para decir que la traición es letal
para las relaciones y que acostumbra a actuar «en secreto».
La dcslcaltad no siempre se expresa por medio de una aventura amorosa.
Lo más frecuente es que adopte una forma que las parejas no consideran una infidelidad, En mi laboratorio, los integrantes
de las parejas insisten en subrayar que. a pesar de sus problemas, se lian
mantenido fieles el uno al otro.
Saturados por los correos electrónicos, los teléfonos móviles y los complicados malabarismos de nuestras
responsabilidades, vivimos constantemente al borde de una respuesta catastrófica dictada
por el estrés. Cada uno de nosotros tiene una cierta «capacidad de carga», una
determinada resistencia al estrés, y la verdad es que tendemos a echarnos demasiadas cosas sobre ios hombros,
hasta el punto de acabar rozando la sobrecarga. En Internet abundan muy notablemente los
anuncios que pregonan poseer la «cura del estrés», y lo mismo
puede decirse de los quioscos de periódicos y de las librerías.
Sin embargo, creo que la confianza es lo que mejor contrarresta el estrés.
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