Los familiares de un grupo de militares que fueron condenados por un caso en el que considera que su juicio estuvo lleno de vicios e irregularidades, protestaron con una marcha desde la Asamblea del Cesar hasta las puertas del Palacio de Justicia. Se trata de cinco miembros de las fuerzas armadas, el sargento viceprimero Raul Patarroyo, el cabo segundo, Edward Morea; y los soldados profesionales, Wilson Bolaños, Yair Fernández y Balmer Granados a quienes se les dictará sentencia el próximo 31 de julio. Hoy por ellos piden justicia.
La historia es la siguiente:
1. El 8 de junio de 2008 gracias a informaciones de campesinos de la zona se le informa al ejército la presencia de la cuadrilla 6 de diciembre de la guerrilla del ELN en la parte alta de una finca en el cerro la Señora, jurisdicción de Pueblo Bello. Cuando el grupo liderado por el Sargento Raul Patarroyo llega cerca al lugar de los hechos los guerrilleros abren fuego y se inicia un combate.
2. En el combate mueren el comandante y su compañera. Otros de los guerrilleros que estaban en el campamento salen de este y llegan al campamento principal.
3. Tres años más tarde, el Tribunal administrativo del Cesar condena al Estado por la desaparición de la menor Nixa Cáceres Martinez, quien viene a ser la compañera permanente del comandante que murió en combate.
4. Se llama a juicio a los militares por desaparición forzada y homicidio en persona protegida. Pero a lo largo del proceso se demuestra que la menor era una de las tantas niñas que la guerrilla enlista en sus filas, es decir que sí era integrante del ELN y que su compañero era uno de los comandantes de este frente. De igual manera, el testigo clave de la fiscalía reconoce que mintió en el juicio y se establece que si hay pruebas de que los guerrilleros murieron en combate.
5. Como se hizo la lectura del fallo el mes pasado, y se anuncio condena para los militares los familiares de los militares y la comunidad de Pueblo Bello realizaron una marcha para apoyar a estos hombres que en el momento que los necesitaron les prestaron su seguridad y hoy son condenados injustamente.
La Fundación Proceder Siglo XXI realiza un acompañamiento de los procesos contra militares investigados para garantizar el respeto de los derechos fundamentales de los procesados.
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