Gobernación de La Guajira |
Por Hernán Baquero Bracho.
Lo expresado por el presidente de la Asamblea Departamental Ildefonso Medina Romero, en días pasados, cuando asumió el encargo la gobernadora encargada Sugeila Oñate Rosado, de que todos los secretarios de la administración de La guajira Primero, debían renunciar para dejar a la funcionaria libre de presión y no atravesarse como “mulas muertas” como en efecto ha venido sucediendo, cobra hoy mayor vigencia, con la renuncia del titular Juan Francisco Gómez Cerchar en carta enviada a la secretaria privada de la Presidencia de la República, el lunes 17 de febrero.
Renuncia que asume de manera gallarda para defenderse de la imputación de cargos que la Fiscalía General de la Nación le ha hecho en lo penal. Con la renuncia de su jefe político y jefe administrativo, quien los nombró, ellos nada tienen que hacer en el Palacio de la Marina. Por solidaridad con su jefe deben renunciar con dignidad. Es la respuesta que espera el pueblo guajiro.
Ya con anterioridad el dirigente político y presidente de Cambio Radical en La guajira, Stevenson Pimienta Solano, también había solicitado que por dignidad todos los secretarios del despacho del gobernador debía renunciar, porque estaban siendo utilizados como “bultos varios” en el encargo del gobernador designado por el Presidente de la República y alto funcionario de la Consejería de las Regiones, Faihan Al-Fayes, los secretarios se convirtieron en la mayoría de los casos en “bultos varios” pero de estos funcionarios, con algunas excepciones, que no fueron jamás de su confianza tuvieron la dignidad de renunciar. Todos atornillados a sus puestos, sin vergüenza y mucho menos sin carácter y entereza continuaron orondos, ocupando un cargo sin brillo y mucho menos sin capacidad para su grupo político, es más, no cumplieron con estándares de eficiencia en sus cargos y menos cumplieron con indicadores de gestión, tal como lo expresó en esa oportunidad el gobernador encargado Faihan Al-Fayes y por ello no se renovaron más de 200 contratos de prestación de servicios de funcionarios que venían prestando su apoyo a las diferentes secretarías y fueron los “grandes sacrificados” ante la ineficiencia e ineficacia de algunos de estos funcionarios de la administración departamental.
Si no renuncian, ¿entonces a que juegan? ¿Qué carta les queda? ¿O no son solidarios con “Kiko”? ¿A que se aferran los secretarios, cuando su jefe les ha puesto la plana? ¿Dónde queda esa solidaridad a la que supuestamente pregonaban sus apostolados de amistad a su jefe “Kiko” Gómez? Son preguntas que se hace la comunidad a lo largo y ancho de La guajira, pero que no obtienen respuestas sensatas de parte de los funcionarios en mención. La mayoría de estos secretarios, con algunas excepciones, también fueron culpables del aislamiento en que colocaron al gobernador titular Juan Francisco Gómez Cerchar para que accediera a interactuar con verdaderos dirigentes guajiros y a otros que querían sumarse en su momento de efervescencia al movimiento “Kikista” y otros de manera soterrada le hablaban al oído para sus intereses personales y no para los intereses de la comunidad, lo que generó descontento en varios municipios en los instantes de mayor popularidad. Algunos de ellos se estrellaron en su propia ignorancia y en su propia estupidez y los resultados se han dado en diferentes programas, que eran extraordinarios y de manera incluyente beneficiaban al pueblo guajiro. Este gabinete departamental, con algunas excepciones no le colaboró de manera decidida y gerencial al gobernador “Kiko” Gómez, al contrario lo perjudicado porque en ese periodo, varios de ellos se convirtieron en “bultos varios” y otros se atravesaron como “mulas muertas” en la administración “La guajira Primero”. Esperemos que sucederá en el nuevo novelón de la macondo que García Márquez descubrió de manera acertada en nuestra Península Guajira.
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