¡Feliz Año 2015!


Por: Hernán Baquero Bracho

Feliz Año Nuevo de 2015, Que la ecuanimidad domine y el amor preserven a todos de contiendas, temores Y desesperación. ¿Qué más? Que disfruten sanamente esta temporada Y tomen el año que llega como un reto para dar a sus pue­blos la buena y dinámica administración que merecen. Sin politique­ría, sin intrigas ni equivocaciones, con patriotismo Y seriedad, para que tengamos una dirección que enmarque su tarea en la ejecución de las obras que podamos hacer sin tantos compromisos y que sean las más urgentes, sin desviar los recursos en dispersos programas de in­versiones que a la larga no benefician a la comunidad. 

Está progresando La Guajira. El Gobierno departamental. Las Al­caldías y sus empresarios trabajan para sacarla del subdesarrollo Y a poco lo están consiguiendo. Hay que reconocerlo  muchos pueblos han cambiado en los últimos años, su imagen ruinosa por otra que refleja el progreso y genera confianza en sus hijos  seguir la noble tarea de edificar, mejorar, educar y curar, como fórmula para acercarse a la tan deseada felicidad. Los recursos son de la gente y se deben utilizar para su bienestar y contento. Sin discriminaciones polí­ticas, sino con el sano criterio de construir una sociedad compacta, sin grietas que alberguen odio, dudas y sinsabores. 

Con los recursos que La Guajira tiene, si no se endeuda para que el costo del dinero los absorba y diluya, puede dotar a sus pueblos de todo lo que requieren para su tranquilidad Y sosiego: hospitales, pues­tos de salud, medicinas, colegios y escuelas con profesorado idóneo, vías, acueductos y alcantarillados, parques, lugares para la recrea­ción y el deporte, ayuda al sector rural, con énfasis en los indígenas,  que en La Guajira son los más necesitados y los que menos ayuda reci­ben, fomento de la cría y la agricultura y cuidado de sus cuencas hi­drográficas, que donde las hay no reciben la atención que requiere su existencia y por eso se degradan cada día más. Todo esto se puede ha­cer, pero sin sobresalto ni desesperación, con la labor constante de sus autoridades, de la ciudadanía en general, que ni un solo minuto deben cejar en el empeño de hacer una patria mejor, en cuyo marco nadie pueda decir que es subestimado ni que los recursos hayan sido empleados con discriminación Y ánimo personalista. 

En fin, este columnista, no desea otra cosa que los guajiros sean felices y sigan el rumbo que llevan de instruirse y trabajar para que mañana sea otro el destino de todos los hijos de este amado Departamento, que con su inmenso mar, su carbón, su gas, su sal, sus paisajes, sus ríos, sus campos, sus soles calientes y las lunas más claras del mundo transitan sin temores por los caminos sin plie­gues de la esperanza hacia un futuro mejor. Este nuevo año se inicia con nuevos retos para los gobernantes que ya con el sol a sus espaldas y quedándoles un año en sus administraciones, deben encarrilarse en lo que dejaron de hacer y buscar que el mismo departamento y los municipios que ellos administran tengan un mejor porvenir en bien de sus comunidades y buscando objetivos claros, su devenir histórico debe ser de grandeza para que quede escrito en los anales de la historia y busquemos eso sí, un mejor mañana y los grandes retos del año 2015 estarán encaminados en recuperar totalmente la confianza perdida y la brújula que quedó sin norte en un momento de oscuridad que tuvo la península, buscar por todos los medios que la Represa del Ranchería inicie la construcción de su segunda fase para que llegue la anhelada redención que ha sido esquiva por más de cincuenta años y que Riohacha nuestra capital por fin tenga agua las 24 horas del día. Que así sea.


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