Agua potable, el renacer de La Guajira

Una de las regiones que más sufre por la falta deabastecimiento de agua potable en Colombia es La Guajira.

Por: Luis Felipe Henao

Su condición desértica, sumada a las grandes sequías de tiempos recientes, han recrudecido la situación. La última gran obra pensada para dar solución a este problema se dio en épocas del General Rojas Pinilla, hace más de cincuenta años, y es mejor conocida como la Represa del Río Ranchería, cuya implementación nunca se hizo efectiva.
 
El tema del abastecimiento además es crucial en el desarrollo rural del departamento, en la medida en que el acceso al agua no sólo brinda condiciones mínimas vitales sino que es un insumo fundamental para la puesta en marcha de proyectos agrícolas productivos y silvo-pastoriles, que  garantizan la seguridad alimentaria de las mismas comunidades.
 
Lo cierto es que, después de mucho trasegar, por fin parece que al departamento peninsular le llegó la hora del agua.  El gobierno de Juan Manuel Santos le dio prioridad al tema y se ha puesto a la tarea de liderar un proceso de revisión sobre las principales necesidades de La Guajira en materia de agua potable.
 
Hoy se viene adelantando exploración en más de 120 pozos profundos para la extracción subterránea de agua y la Presidencia de la República ha jugado un papel fundamental, en la medida en que comenzó a consolidar información acerca de la exploración de cada uno de los pozos y fuentes de agua en el departamento y con esa base está adelantando una estrategia de articulación intersectorial tanto para agilizar los procesos como para unificar criterios de inversión.
 
Mientras que en 2010 se tenía un registro de inversiones por $118.000 millones, para 2014 ese monto se había  duplicado en proyectos de acueductos y alcantarillados que benefician a municipios como Fonseca, San Juan del Cesar, Maicao, Albania, Dibulla, Riohacha, Manaure, Uribia y Distracción, incluyendo corregimientos y resguardos indígenas.
 
El Ministerio de Vivienda está trabajando en el mejoramiento de la prestación del servicio público de acueducto con un acompañamiento cercano a las autoridades municipales en el proceso de contratación de empresas expertas en la operación. Uno de los casos de éxito es Riohacha, que hoy cuenta con obras para garantizar 24 horas de continuidad del servicio y una firma técnica garante de la operación.
 
Empresas como Cerrejón han manifestado su interés en sumarse a esta iniciativa del Gobierno y organizaciones internacionales como OXFAM se han acercado con el fin de articular los esfuerzos que se realizan hoy en la zona.
 
Es así como el Gobierno Nacional tiene dentro de sus estrategias programas que ya benefician al pueblo guajiro, al pueblo wayuu y a todos los que han presentado calamidades durante décadas en razón de la carencia de agua potable en el departamento.
 
Aún falta mucho por hacer, el olvido regional y nacional por más de 50 años dejó grandes obstáculos por superar. La meta es seguir trabajando para que en estos cuatro años se reduzcan las brechas sociales y disminuya la pobreza con los servicios públicos como aliado principal.

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