POR: FRANCISCO DE LA HOZ
Salían de un baile con picó en la madrugada cuando fueron atacados. Un tercer joven fue herido y está en una clínica de la capital.
Un joven exmilitar de 23 años de edad y un adolescente de 16 años fueron asesinados en horas de la mañana de este domingo en uno de los barrios de la periferia de Riohacha, perteneciente a la Coma Diez, mientras que un tercero resultó con graves heridas, también producidas con arma de fuego. Según la policía, el autor es otro menor, en lo que ellos consideran se trató de un ajuste de cuentas entre miembros de un grupo que se dedicaba a cometer delitos varios.
Los muertos fueron identificados como Gustavo Adolfo León Granado, de 23 años de edad, nacido en la población de Aguas Blancas, departamento de Cesar y quien prestó servicio militar en el Batallón de Artillería No 2 La Popa, entre marzo de 2.012 y enero de 2.014. El joven estaba residenciado en la calle 71 con la carrera 12. El menor de 16 años, según la Policía responde al nombre de Jimmy Jair Radillo Pinto, apellidos que habría tomado de su abuela Berta Radillo, quien lo tomó desde muy niño. Sin embargo se pudo conocer que su nombre por su padre sería el de Jony Jair Figueroa.
El primero de los mencionados, lesionados hoy a las 5:30 de la mañana, tiene una herida de bala en el cuello con orificio de salida en la parte derecha del tórax, mientras que el adolescente fue herido en el pómulo derecho y el tiro fue letal, ocasionándole la muerte de manera inmediata. Este joven estaba residenciado en la carrera 14 con la calle 35 del barrio Los Olivos de Riohacha. Los hechos se presentaron en una zona semidespoblada entre el barrio Los Trupillos y la ciudadela Dividivi.
Como consecuencia de este hecho de sangre, un tercer joven también resultó con heridas de bala y fue identificado como Luis Roberto Bermúdez Pacheco, de 22 años de edad, natural de Riohacha.
Este hombre fue auxiliado por las autoridades en el mismo sitio del atentado y de allí lo evacuaron hasta una de las clínicas en el centro de Riohacha, donde permanece bajo estricta vigilancia para evitar que se vuelva a atentar en su contra.
El padre del exmilitar Asmith Enrique Colón, defendió a su hijo, indicó que él en su casa siempre trató de inculcarle buenas costumbres, “pero nosotros los padres, no sabemos que están haciendo ellos cuando se encuentran en la calle sin la vigilancia paterna”, dijo.
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