Oneida Escobar entregó su testimonio sobre lo ocurrido el 31 de octubre de 2010, cuando murió su hijo Luis Andrés Colmenares.
A pesar de demostrar firmeza durante la declaración en el juicio por la muerte de su hijo Luis Andrés Colmenares Escobar, la señora Oneida Escobar no pudo evitar resquebrajarse cuando describió las horas de angustia padecidas el 31 de octubre de 2010 y cuando recordó las últimas conversaciones que sostuvo con el promisorio estudiante de ingeniería industrial y de economía de la Universidad de los Andes.
Una vez fue informada de que su hijo no aparecía, Oneida se desplazó hasta el caño El Virrey donde se encontró con Laura Moreno. Ella le dijo que él había caído, pero también, que había salido. “Si estaba borracho, ¿cómo pudo haber salido?, recuerda la apesadumbrada madre que le cuestionó a la mujer que, por lo que ha trascendido durante estos casi cinco años, fue la última persona en ver viva a la víctima.
Ante la juez 11 de conocimiento, Paula Astrid Jiménez, que preside el juicio contra Laura Milena Moreno Ramírez y Jessy Mercedes Quintero Moreno, la señora Oneida detalló su desespero buscando al estudiante por clínicas y hospitales luego de enterarse de que en una primera búsqueda los bomberos no lo habían localizado.
Continuando con su declaración, la testigo manifestó que en su segunda ida al caño, y al confirmar el hallazgo del cuerpo sin vida de Luis Andrés, ella sintió enloquecer. “Dios, dame fuerzas. Esto no me puede estar pasando a mí”, recordó las que fueran sus propias palabras en aquel aciago instante. Luego narró que vio a Laura Moreno desmayarse cuando esta también supo de la aparición del cadáver, algo que le había parecido extraño, porque ni ella misma, siendo la mamá, se desplomó de tal manera.
Oneida Escobar explicó a la juez que no volvió hablar con Laura y que cuando intentó hacerlo, esta le mandó una razón con Gonzalo Gómez, también estudiante de Los Andes, pero que la respuesta de la hoy enjuiciada, fue que “sólo lo haría si estaba presente su abogado”. Sobre Jessy Quintero, Oneida Escobar, afirmó que aquella sólo fue una vez a su casa para darle el pésame y que en enero de 2011, cuando la buscó en la Universidad de los Andes con el ánimo de encontrar respuestas sobre la extraña muerte de Luis Andrés, la joven se mostró nerviosa. “Fue como si hubiera visto el diablo”, expresó la señora Escobar sobre la reacción de la también procesada.
A su hijo lo describió como un joven sonriente, solidario y tierno. Y dirigiéndose a Laura Moreno, expresó: “Tú sabes la calidad de ser humano que era mi hijo”. Finalmente mencionó que cuando Luis Andrés le contó que había iniciado una relación con Laura, quien acaba de terminar una relación tormentos, le advirtió: “Mucho cuidado Luigi, que te pueden estar usando para darle celos al exnovio”.
Testigo no atendió citación
A segunda hora de la audiencia, acudió al estrado Soraya María Ciro, también estudiante de Los Andes y una de las asistentes a la fiesta de disfraces que se celebró en la discoteca Penthouse. Entre otras cosas, la declarante describió como normal el comportamiento de Luis Andrés aquella noche, quien a pesar de haber consumido vodka y cerveza estaba “prendido, feliz y contento”, según sus propias palabras.
El siguiente testigo citado era Juan Sebastián Bautista Grillo, amigo de la Laura Moreno y también participante de la fiesta. No obstante, según la fiscal María Victoria Parra, el hombre no atendió la citación que por teléfono, carta y correo electrónico le fue notificada. Ante el incumplimiento, y después de más de una hora de espera, la juez Jiménez anunció que de ser necesario expedirá una orden a fin de que Bautista Grillo sea llevado por la Policía a la sala de audiencias el próximo 17 de julio.
El juicio continúa este miércoles con la declaración de Jorge Luis Colmenares Escobar, hermano de Luis Andrés, el avanzado universitario que soñaba con especializarse en el exterior y ser un ingeniero reconocido a nivel nacional. Tal como se lo había revelado a su mamá.
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