¡Se acabo el agua!


Por: Hernán Baquero Bracho

Hace 50 años, el Villanueva grande lo que hoy corresponde a los 4 municipios que corresponden a lo que siempre expresa el buen amigo Josu Ignacio “Nacho” Araujo Montero,  “El sur sur” era la panacea en el tema del agua, que gracias a ello y a los buenos suelos que posee esta sección del país, se convirtió en una de las mejores zonas agrícolas ganaderas de esta región de la patria. Luego llegó el primer desastre con la famosa bonanza marimbera, que como los jinetes del apocalipsis comenzaron a sembrar no solo el terror sino la soledad en que quedaron tierras tan exuberantes que corresponden a la Serranía del Perijá, especialmente la sierra negra, la montañita, la zona aledaña al Cerro Pintao y pare de contar. De un tajo acabaron estos marimberos de marras con una de las zonas más ricas en producción de agua. Personajes estos que se pasean orondos por las calles de Villanueva como pavo reales, como sino hubieran hecho nada a su hermosa Villanueva. ¡Qué horror!.

 Luego vinieron los cultivadores de amapola y arrasaron con el resto de la vegetación y de la fauna allí abundante. No les interesó nada, al igual que los cultivadores de la marihuana su único fin eran las ganancias económicas, no importándoles llevarse por delante el medio ambiente, que hoy luce por así decirlo desolado y escarpado como si se estuviera dando continuidad al gran desierto guajiro. Más tarde  ya no fueron los cultivadores de la hierba maldita, sino los propios campesinos los que comenzaron a descombrar tierras a diestra y siniestra, con hacha, machete y hasta motosierra hicieron de las suyas y al tiempo presente continúan con este desmadre en contra de la naturaleza, sin ninguna planeación y sin ninguna ley que los detuviera acabaron con todo y hoy estamos sufriendo las consecuencias de estos asesinos del medio ambiente villanuevero. Sin ahondar en las famosas quemas que es otra práctica malsana que han venido haciendo nuestros campesinos, basados en una cultura de antaño.

Por todas estas anomalías e inconsistencias fue que la fundación de los Amigos del Pintao, pusieron su voz de alerta ante las autoridades ambientales de la época y ante el mismo pueblo villanuevero y no tuvieron eco ni sus informes detallados con verdades científicas y mucho menos sus palabras que estaban impregnadas de un patriotismo sin igual y que para muchos de nosotros eran tratados como unos locos. La historia le dio la razón y hoy todos nos lamentamos de la grave situación de falta de agua no solo para los cultivos sino para el consumo humano que están padeciendo poblaciones como Urumita, donde por increíble que parezca el agua se distribuye en carro tanques  como si estuviera ocurriendo en la alta guajira y muy pronto los villanueveros estaremos en las mismas y es cuando muchos pondrán el grito en el cielo y se vivirá la película “lo que el viento se llevó”. A medias le hicieron caso a los Amigos del Pintao y comenzaron las famosas reforestaciones que eran de papel, en la práctica todo se lo robaron y nadie dijo nada, especialmente los órganos de control que se hicieron los de la vista gorda y se volvieron cómplices de estos pillajes y hoy la ribera del río Villanueva pareciera a primera vista que sus aguas las hubieran desviado, pero no es el desastre ecológico más grande en la historia guajira que se haya dado en esta región de la patria.

Todavía estamos a tiempo de corregir el rumbo y de encausar con unos buenos propósitos y unas acciones ambientales que vallan a recuperar lo que se ha perdido por décadas, como es el recurso hídrico que hoy fluye casi como un espejismo y se oyen solo los lamentos: ¡se acabó el agua!.

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