Varios municipios fueron declarados por el Ideam con alerta roja y naranja debido a incendios.
La advertencia que hace varios meses lanzó el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) que el Caribe colombiano, entre otros territorios del país, sufriría en ‘carne viva’ los duros estragos de los fenómenos climáticos, debido al uso inadecuado que sus habitantes le han dado a sus suelos, se convirtió en una realidad.
El IGAC señala que en estos momentos miles de hectáreas de tierra en el norte del Colombia son las más susceptibles de sufrir por la ‘ola de calor’ que provoca el denominado Fenómeno del Niño.
La advertencia está sustentada en el estudio de conflictos de uso del suelo del IGAC, cuyos resultados arrojan que los departamentos más afectados por la época de verano serían Cesar, Sucre, Atlántico, Magdalena, y Córdoba.
“Las zonas más productivas y pobladas de Colombia han sufrido un continuo proceso de deterioro y deforestación, lo que puede representar futuras tragedias en épocas de sequía y lluvia”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, director general del IGAC.
El funcionario subraya que estos suelos ya no pueden retener el agua suficiente para enfrentar un fuerte verano, lo que representa que los ríos bajen su caudal y se vean afectadas de manera directa la biodiversidad.
“Este panorama se debe a las malas prácticas agropecuarias y a la falta de un esquema de planeación en las dinámicas del uso del suelo”, enfatizó el director de la entidad.
La región reporta temperaturas de hasta 38 grados centígrados.
Crecen las alertas
Por su parte el Instituto Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) declaró alertas rojas y naranjas por incendios en las coberturas vegetales en varios municipios de la región Caribe.
El Ideam le puso el sello de alerta roja o amenaza alta por incendios forestales en zonas de bosques, cultivos y pastos en La Guajira, específicamente en los municipios de Albania, Barrancas, Hato Nuevo, Riohacha y Uribia.
Con alerta naranja están Atlántico (Candelaria, Juan de Acosta, Luruaco, Manatí, Piojó, Repelón, Sabanalarga y Usiacurí), Bolívar (Cartagena, Clemencia, San Estanislao, Santa Catalina, Soplaviento y Villanueva) y La Guajira (Dibulla).
Las alarmas también cobijan los Parques Nacionales Naturales de Macuira y la Sierra Nevada de Santa Marta.
La dirección de Parques Nacionales no descarta que en octubre se cierre al público el Parque Tayrona como medida preventiva contra los incendios forestales.
En las centrales de abasto de la región hay preocupación por el abastecimiento de alimentos como el arroz, la papa, el maíz, y los granos, que ya comienzan a escasear.
Mientras que el presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafourie, califica este verano como una calamidad pública, al señalar que hasta el momento llevan contabilizados 33 mil animales muertos por sequía.
Sin embargo aclara que el país está abastecido de carne. “La oferta es sostenida, no puede haber subida en el precio de la carne”, subraya Laforuie.
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