Los verdaderos criminales de la frontera

POR NELSON MATTA COLORADO | PUBLICADO HACE 7 HORAS
Siete días después de que el presidente Nicolás Maduro ordenara el cierre de la frontera, un hombre decidió entregarse a la justicia.
Ante el CTI en Cúcuta, se presentó Alexánder Roa, alias “la Niña”. Dijo ser integrante de “los Urabeños”, al mando de la célula ilegal en el municipio de Ureña, en Táchira.
Contó que estaba delinquiendo en el lado venezolano desde 2012, cuando la banda creó el bloque Frontera, para controlar las actividades criminales entre Cúcuta y Ureña.
Con una docena de hombres armados “se dedicaban a las extorsiones de contrabandistas y comerciantes”, según el informe de la Fiscalía, que lo procesó por concierto para delinquir, agregando: “Roa era el encargado de planear y ordenar homicidios de aquellas personas que no ‘colaboraban’ con la vacuna para el financiamiento de este grupo”.
La entrega de “la Niña”, en los orígenes de la actual crisis humanitaria, es otra prueba de lo que ya todos saben: que Venezuela es la plaza de moda para las mafias, que no solo trafican con drogas, alimentos, combustibles, armas, vehículos, celulares, ropa y en general elementos de la canasta familiar, sino que se canibalizan y aplican extorsiones a los propios delincuentes.
“Los Urabeños” son quizá la facción más activa en ese punto, algo que conquistaron derramando la sangre de sus enemigos “los Rastrojos”, a lado y lado del borde.
Pero no son los únicos. Las guerrillas de las Farc y Eln, y la disidencia del Epl que lidera “Megateo”, también delinquen y, por encima de las autoridades venezolanas, ejercen control territorial en algunas áreas de los estados vecinos de Zulia y Táchira.
El bloque Caribe de las Farc, cuyo líder es “Iván Márquez”, hace presencia en los bordes de Cesar y La Guajira, especialmente en Paraguachón, según el Ejército.
Las culpas de la crisis van y vienen. Incluso el Eln, en su portal Voces de Colombia, dijo que los exparamilitares alias “el Iguano” y “Hernán”, “recién salidos de la cárcel, están arrasando a las bandas rivales instaladas en Cúcuta y Puerto Santander; guerra que en el último mes deja más de 35 muertos”.
En puntos menos calientes, pero también fronterizos por la región amazónica, actúan “los Caqueteños” y “los Boyacos”, con tráfico de droga y minería ilegal; en la zona de la Orinoquía, operan “Libertadores del Vichada” y el “Bloque Meta”.
Y si el crimen organizado y la subversión tienen la mejor tajada, la delincuencia común no se queda atrás. En mayo de este año fue detectado el “cartel de la carne”, que “se dedica al contrabando de reses desde Venezuela, las cuales son comercializadas en Colombia”, según la acusación de la Fiscalía contra tres de sus miembros.
El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, informó que en 2015 han arrestado a “10 cabecillas de primer nivel de bandas que estaban en Venezuela” y en el primer semestre incautaron 2.000 armas, 55 toneladas de cocaína, 8.200 automotores y 26 aviones, al igual que mercancía de contrabando valorada en 40.000 millones de pesos.
La ilegalidad también se genera en el otro lado. En cortes de E.U. hay procesos contra 20 funcionarios y exservidores del gobierno chavista, implicados en presuntos nexos con narcotráfico. Los más conocidos son el cartel de los Soles y el cartel de La Guajira, que contarían con participación de militares venezolanos.
Los verdaderos criminales están identificados, lo dudoso es que estén entre los miles de deportados por orden de Nicolás Maduro.
Nelson Ricardo Matta Colorado
Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

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