POR:
GERMÁN CORCHO TRÓCHEZ
La esposa del asesinado director de Medicina Legal comparte celda con una detenida por narcotráfico.
Dayana Jassir De la Hoz pasó encerrada y bajo el efecto de un tranquilizante sus primeras 24 horas en la Cárcel El Buen Pastor, donde permanece desde la noche del jueves por ser la presunta determinadora del homicidio de su esposo Eduardo Pinto Viloria, director regional de Medicina Legal.
“La adaptación normal que tiene una persona cuando llega por primera vez a un lugar de estos, con temor, miedo, metida en sí misma, encerrada en la celda”, contó una fuente del centro de rehabilitación femenino, a quien se le consultó sobre la incipiente estadía allí de la mujer, de 34 años.
La bacterióloga llegó al reclusorio ubicado en la calle 43 con carrera 26B, barrio Montes, en el suroriente de Barranquilla, luego de que un juez le impusiera medida de aseguramiento intramural por los delitos de concierto para delinquir agravado y homicidio agravado.
El traslado de Jassir desde la URI de la Fiscalía hacia el reclusorio se dio en medio de un amplio operativo de la Policía, que dispuso al menos 50 uniformados, entre patrulleros, antidisturbios y agentes de Tránsito.
Comparte celda
El ingreso de la viuda a la cárcel quedó registrado a las 7 de la noche, pero no pasó de inmediato a una celda. “Llegó asustada, le tomaron la presión y la tenía alterada, por eso el médico en turno le diagnosticó un tranquilizante”, detalló la fuente.
Cuando estaba menos intranquila, Jassir fue conducida a la celda 1 del pabellón 1, de los cinco con los que cuenta el penal. Allí coincidió con una interna identificada como Miriam De la Hoz, detenida por tráfico de estupefacientes.
“Se especulaba que había que aislarla, pero llegó sin ningún problema, es una interna más y las demás no le han gritado insultos ni le han hecho manifestaciones”, sostuvo la fuente.
Jassir, nacida en Riohacha (La Guajira), resultó implicada en la investigación por el asesinato de su marido, registrado el 4 de mayo pasado en la casa donde vivían con su hijo, en el barrio Cevillar, por señalamientos de Johan Beltrán Ulloque.
Beltrán, chofer de la pareja, fue capturado el jueves de la semana pasada. También fueron detenidos uno de los sicarios, Jesús Gutiérrez Arrieta, y Miguel González Reales, conductor del taxi utilizado en el plan. Los tres se allanaron cargos.
En interrogatorio, el chofer dijo que tenía un romance con ella y le atribuyó “la idea de matar a Eduardo”. La responsabilizó además de haberle dado el contacto de Gutiérrez, y de pagar los $2,9 millones que recibieron este, González y Alberto Cabrera Barrios, alias Ñeco (prófugo), señalado de dispararle al funcionario.
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