Por: IGNACIO
RAFAEL ESCUDERO FUENTES
Abogado Especialista en I. J. P.
y Derecho Público Uninacional-Docente Uniguajira.
La otra gran disputa entre el
gobierno y la oposición no es el nuevo acuerdo de paz que se suscriba en la
Habana (Cuba), sino la escogencia de cinco magistrados de la Corte
Constitucional de nueve que integran dicha corporación, creada por el
Constituyente de 1991, se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la
Constitución, entidad que por más de dos décadas ha marcado el rumbo de las
decisiones más trascendentales del país.
Lo que se renegocie entre el gobierno
y las FARC en la Habana (Cuba), transcendental para la paz y convivencia entre
conciudadanos es un hecho histórico que mantiene expectante los términos del
nuevo acuerdo que seguro estoy será sin la anuencia de los que votaron el NO
tanto en su contenido como en su refrendación, ante las profundas e
irreconciliables posiciones.
Se consideran como eventuales
mecanismos de refrendación, un nuevo Plebiscito, Cabildo Abierto o vía
Congreso, este último el más probable según reiterados pronunciamientos del
ejecutivo nacional; contrario a las expectativas de los que mayoritariamente
eligieron el NO.
No menos importante para el
gobierno, es la actual Reforma Tributaria de iniciativa presidencial que cursa
en el Congreso que a juicio de expertos es regresiva y avasalla a la población
vulnerable como la clase trabajadora formal e informal y población en general
frente a la carga impositiva que se pretende a los salarios y productos de la
canasta familiar. Sin embargo, ofrece exenciones tributarias a los grandes
empresarios nacionales y extranjeros.
Tanto lo acordado en la Habana
como la Reforma Tributaria, necesariamente deben hacer tránsito en el Congreso
y posteriormente a control jurisdiccional ante la Corte Constitucional.
Los magistrados de la Corte
Constitucional son elegidos por el Senado (art. 171-6 Superior), de terna que debe
presentar la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y el Presidente de
la Republica.
Los Senadores antes del
vencimiento de la presente legislatura deben elegir a los cinco Magistrados que
harían nuevas mayorías, nuevos estilos y nuevas apuestas. Hago la precisión
que, los Magistrados son elegidos por el Senado mientras la Reforma Tributaria
debe hacer curso tanto en el Senado como en la Cámara de Representante.
“Hemos criticado que parte de los
males de la justicia es la politización de las cortes que entró por la
Judicatura. Ahora resulta que se están tomando todas las cortes, vienen
candidatos que cooptan a los otros tribunales cuando fueron criticados por mala
gestión y politización”, aseguró Gloria María Borrero Directora de la
Corporación Excelencia en la Justicia.
Quienes aparecen postulados para
ser ungidos en las respectivas ternas provienen de todos los partidos que
integran la Unidad Nacional, oposición e independientes. En otras palabras
todos sin excepción provienen de una u otra casa política. O sea, se repite la
historia “tú me elige, yo te elijo” y cuando esto ocurre se da también una
perversa combinación “si me investiga, te investigo. Si no me investiga no te
investigo”. Así estamos en Colombia. ¿Hasta cuándo?
Adenda 1: Como el ejecutivo “manda”
se da por descontado que tendrá la mayoría de los Magistrados.
Adenda 2: Los altos funcionarios
del Estado como los Magistrados de las Altas Cortes deben ser escogidos por el
pueblo mediante el voto popular directo o por concurso de mérito con
intervención de evaluadores internacionales como prueba piloto para ver si
mejoramos. O sino tocará invocar a extraterrestres.
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