Los Gobiernos de
Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú y Uruguay manifiestan su
profunda preocupación ante la escalada de violencia en Siria y condenan
enérgicamente el empleo inhumano de armas químicas en Siria en contra de la
población civil, en particular de los niños.
El uso de armas
químicas es un crimen de lesa humanidad y un crimen de guerra, proscrito por
los tratados internacionales, entre ellos la Convención de las Naciones Unidas
sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el
Empleo de Armas Químicas y sobre su destrucción, por lo que las acciones para
prevenir esta clase de atrocidades deben ser respaldadas por toda la comunidad
internacional de conformidad con las normas del derecho internacional y los
principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Hacemos un llamado a
todas las partes involucradas, incluyendo a los actores con influencia en la
región, a ejercer la mayor prudencia para evitar una escalada de las tensiones
y para encontrar una solución política a la muy compleja y dramática situación
en Siria, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
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