Unidades
del grupo de protección ambiental y ecología, se tomaron las instalaciones de
dos restaurantes cuyo plato principal era la tortuga, animal que se encuentra
en vía de extinción, pero que sin escrúpulos la comercializaban.
Fue
así, se tomó la tarea de ingresar en horas de la mañana de manera simultánea a
estos sitios en coordinación de la autoridad ambiental del departamento, en
estos se halló un área destinada para la manipulación de alimentos, conformada
por una mesa la cual no reunía las normas de salubridad y por ende la falta de
higiene de estos lugares.
De
igual en ambos establecimientos se halló productos cárnicos que por su
característica se presume serían de este tipo de especie animal; es así como
las autoridades toman el control y realizan las diligencias pertinentes de
verificación de los permisos correspondientes para el funcionamiento de estos
establecimiento abierto al público. Tales actividades se vienen implementando
en consecuencia al riesgo que causa estas prácticas de cacería contra esta
especie y por la falta de documentación legal para el funcionamiento de estos
sitios.
Esta
tradición tan arraigada en el departamento ha cobrado la vida de cientos de
estos animales, se presume que al año 700 tortugas son sacrificadas y
comercializadas, como dato curioso de cada 100 especies de estas que nace solo
una llega a etapa de la adultez. En esta oportunidad se estima que el valor
ecológico de lo encontrado supera los 60 millones de pesos y que va en contra
de toda protección de la fauna.
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