Por: Ignacio Rafael Escudero Fuentes.
La corrupción en Colombia, está
en su máxima expresión. Así lo reflejan las noticias nacionales y los
organismos de control, como Fiscalía, Procuraduría, Contraloría y los medios de
comunicación, incluida las redes sociales. Son contadas las entidades de la
estructura del Estado que escapan a este flagelo. Entre ellas, COLDEPORTES.
Este ente del orden nacional de
la rama ejecutiva del Estado, elevada recientemente a la categoría de
Departamento Administrativo, adscrito al Ministerio de Cultura-antes Educación-hasta
cuando terminé de escribir el artículo - no se conoce hechos de corrupción en
el manejo de los recursos públicos destinados a la preparación, organización y
realización de los eventos deportivos con miras a la preparación optima de nuestros
deportistas que nos representaran en los eventos internacionales – está en el
ojo del huracán.
No por corrupción. Tampoco por
ineficiente. Sino por el recorte de más del 60% del presupuesto para el año
2018, anunciado por el “flamante” Ministro de Hacienda, que al igual que su
jefe no solo evidencian un total desconocimiento del deporte, sino los logros históricos
obtenidos en los anteriores Juegos Olímpicos.
No es convincente el argumento
del alto gobierno cuando dice “el apoyo a los deportistas se mantiene. Habrá
recorte en infraestructura…”. Cuando hablar de preparación, competición y la
infraestructura deportiva son lo mismo. La una depende de la otra; son
siameses.
Las manifestaciones de descontento a la decisión
anunciada generaron reacciones de
rechazo generalizado, sobre todo, deportistas elites que, con trabajo,
dedicación, perseverancia y pundonor deportivo pusieron en alto el nombre de
Colombia. Indiscutiblemente sus mejores Embajadores.
Después de los excelente
resultados obtenidos de Los Juegos Olímpicos de Río 2016, - han sido los mejores de la historia para Colombia - Se
lograron 3 medallas de oro, 2 de plata y 3 de bronce. Se esperaba para el año
2018, cuando el cronograma apuntaba a que los atletas colombianos participarían
en los Juegos Suramericanos en Cochabamba, Bolivia, y los Centroamericanos y
del Caribe, en Barranquilla, el gobierno nacional hace anuncio del excesivo recorte
al deportes lo cual presagia además de desinterés, gran deserción de
deportistas que tienen en la actividad sus sueños: el futuro de su familia y
llevar al podio la tricolor de Colombia.
De acuerdo a Baltazar Medina,
presidente del Comité Olímpico Colombiano, es que los deportistas nacionales se
quedarían sin la posibilidad de asistir a los Juegos Sudamericanos 2018,
trastocando los planes de los atletas que ya iniciaron su ciclo olímpico
pensando en Tokio 2020. Este recorte “es ofensivo para el deporte nacional, que
tan buena imagen le está brindando al país”. Enfatizó.
"Es triste y lamentable darnos
cuenta que al deporte se le recorta el 66 por ciento de su presupuesto, lo que
significa más sueños frustrados y lo que significa falta de oportunidades para
la juventud", comenta el pesista Óscar Figueroa, medalla de oro en Río
2016.
"las figuras del deporte
nacional necesitan más recursos para unir más al país y darle más alegrías a
Colombia". Dijo la bicicrosista antioqueña Mariana Pajón.
El astro del futbol colombiano Carlos
“El Pibe” Valderrama, quien no solo está indignado sino “emputado” –con justa
razón – a su estilo manifestó “El deportista colombiano para el gobierno no
sirve para un culo”.
Señor Presidente, pare bola,
escuche a nuestros ídolos. No cometa el exabrupto de cercenar los sueños
olímpicos a nuestros jóvenes y de contera la única imagen rescatable de
Colombia en el concierto internacional. Mantener la decisión más que una
chambonada es un desacierto institucional que más temprano que tarde la
historia se lo cobrará con creses, el
golpe bajo anunciado a los deportistas.
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