Por: Hernan Baquero Bracho
Muchas
evidencias sitúan los orígenes de lo que hoy conocemos como música
vallenata, antes de la llegada del acordeón diatónico a la región Caribe.
Parece que este instrumento vino a reemplazar al carrizo, la flauta de millo y
otros, en la interpretación de diversos aires precursores del vallenato,
acompañados con tambor y guacharaca. Sin embargo, ha sido tal la fuerza del
acordeón en la historia del vallenato, que pocos dudan acerca de la supremacía
del tradicional instrumento como su símbolo. En consecuencia, siempre tendrá
interés la discusión acerca de su origen, llegada a nuestras tierras y
evolución dentro del género musical.
Lo trajeron los alemanes.
Esta hipótesis fue la primera en proponerse y en ella se afirma que el acordeón
diatónico, llegó a nuestras tierras con los primeros conquistadores alemanes
(Víctor Camarillo, versión oral). Los argumentos a favor son que este instrumento
es de origen Alemán por pertenecer Austria en ese entonces a los germanos, y
que los primeros conquistadores alemanes arribaron a tierras americanas por
Venezuela, adentrándose a Colombia por las tierras del Valle de Upar. En ese
viaje desde Europa, pudieron traer consigo el acordeón.
Llegó por Riohacha. Esta
hipótesis del investigador Simón Martínez, propone que el acordeón pudo entrar
a tierras colombianas por el puerto de Riohacha. Los argumentos a
favor de la anterior teoría, incluyen el hecho que Riohacha en el siglo XIX y
buena parte del XX, fue un puerto de gran movimiento comercial, especialmente
con las Antillas y Europa; entre otras razones por lo preciado que era el
Dividivi para la industria de tinturas.
Interesante también el
prólogo que hiciera el reconocido historiador colombiano Alberto Dangond Uribe,
en el libro del Villanuevero y exgobernador del Cesar, Jorge Dangond Daza “De
París a Villanueva” Memorias de un Vallenato, donde afirma con investigación en
mano que Francisco Dangond López, hijo del segundo matrimonio de “Musiu”
Dangon, fue un gran acordeonero que tuvo Villanueva en 1850 y se convierte en
el pionero de los grandes acordeoneros villanueveros que ha parido esta tierra
y que el gran acordeón que él comenzó a sacarle melodía había sido importado de
París por el mismísimo “Musiu” Dangon, por cuyo encargo los diseñadores y
fabricantes Fourneaux y Pichenot habían construido ese y otro, gemelo, afinado
por los hermanos Douce, y fue entregado al pequeño Francisco en la noche buena
de un año bisiesto, feliz y remoto, como regalo del niño Dios. Al respeto el
médico y exalcalde de Villanueva Jorge Juan Orozco Sánchez, ha investigado
profundamente y está en la tarea de publicar un libro sobre el Primer
Acordeonero que tuvo Villanueva.
Es parte de la historia
que muchos no conocen. Villanueva siempre ha sido cuna de grandes acordeoneros
y de ahí el nombre del Festival Cuna de Acordeones que acertadamente en el año
1979 le colocaron sus fundadores. Acordeoneros de la talla de Antonio Amaya,
quien fue el padre de las “Colitas” baile original de esta tierra. Grandes
acordeoneros como Emiliano Zuleta Baquero, padre de la Dinastía Zuleta y quien
participara en el primer Festival de la Leyenda Vallenata en 1968 y luego en
1970 donde quedó de tercero, cuando ganó el barranquillero Alberto Pacheco y
quedó de segundo Luis Enrique Martínez.
De la dinastía Zuleta
sobresalen “Emilianito” quien ha sido ganador de dos Grammys Latino, Héctor de
los mejores en la época, Mario también fallecido e Iván quien continúa dándole
vigencia a su dinastía. Dentro de la dinastía Romero Ospino, tenemos a Israel
que fue catalogado por la Academia Alemana como el mejor acordeonero del mundo,
antes fueron sus hermanos también buenos acordeoneros Rafael y Nolberto, sin
olvidar a Limedes y también el poeta de Villanueva Rosendo que ejecuta el
acordeón, patentizado también con el “Morre” hijo de Rafael.
Dentro de la dinastía
Maestre Socarras sobresale “El Pangue” quien fuera rey vallenato en 1984 y
continúa vigente como uno de los mejores acordeoneros de Colombia y su hermano
Gabriel “El Chiche” que es de los buenos ejecutantes del vallenato. Andrés “El
Turco” Gil, maestro de maestros y quien como director de las escuela “Los Niños
del Vallenato” ha dado a conocer nuestra música por el mundo entero. Dentro de
la dinastía Murgas, sobresale “Beto” quien fue un gran intérprete y hoy se
distingue en Valledupar con su “Museo del Acordeón” que visitado por turistas
de todas partes. Egidio Cuadrado, rey vallenato en 1985 y uno de los grandes
acordeoneros reconocidos mundialmente, al lado de Carlos Vives.
Jesualdo Bolaño, otro de
los grandes intérpretes villanueveros, ganador del primer Festival de Cuna de
Acordeones, antes de incursionar en la música cristiana, fue exitoso con Juan
Piña, con Poncho Cotes Jr., y también con Marcos Díaz, los famosos
“Pechichones”. Wildo Kammerer y su hijo Roberto Carlos, quien ha actuado en
diferentes novelas y hoy en la vida de Kaleth Morales, quien está para grandes
cosas. Darío López uno de los grandes maestros del vallenato. Víctor Romero, de
los buenos acordeoneros. Pablo Araujo, también gran acordeonero. José del Gordo
otro gran intérprete del acordeón, sin olvidar a cuatro mujeres que también
ejecutan el acordeón doña Hildegar Ovalle de Gómez, Nimia Mendoza, Gloria
Socarras de Maestre y de las nuevas promociones María Xilena Ovalle.
Dentro de las nuevas
promociones encontramos a Yorjan Herrera, José David , conocido como
“Trombosis”, Andrés Felipe Herrera, Jesualdo Borrego, Deibis Rivera, sobrino de
Jesualdo Bolaño, Edgardo Rivera, hijo de “Pacho” Rivera, Reinaldo Díaz, el hijo
del “Papi” Díaz, Darwin Oñate, hijo del gran “Chumeca”, Andrés Rocha Quintero
quie hace parte de la Filarmónica del Cerrejón, “Poncho” Dangond, entre otros, como
quien dice la cantera de grandes acordeoneros villanueveros es inagotable.
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