Por: Hugues Lacouture Danies
En la via que conduce de Riohacha a Valledupar, a la altura del Corregimiento de Villa Martín jurisdicción del distrito de Riohacha, la ola invernal del año 2011 destruyó los cimientos de un puente que permite el paso sobre la Quebrada Moreno. Desde ese momento los Guajiros hemos tenido que descubrir y soportar las consecuencias de múltiples malas decisiones que se han tomado una tras de otra y me voy a permitir comentar en esta columna.
La primera de ellas: las autoridades de tránsito departamentales jamás han dispuesto señales ni mecanismos capaces de prevenir la ocurrencia de accidentes en ese sitio y como consecuencia, para la fecha, ya van 11 personas muertas, no menos de 9 vehículos accidentados y un gran impacto sobre el cuerpo de agua que ha sido el receptor de los aceites, combustibles y otras sustancias, sin ningún tipo de intervención estatal.
En vista de ello la Procuraduría Agraria y Ambiental de La Guajira, tuvo que demandar al departamento con una acción popular que fue fallada, en primera instancia, el 21 de julio de 2015 por el Juzgado Primero Administrativo de Oralidad del Circuito Judicial de Riohacha y en segunda instancia, el día 30 de noviembre de 2015 por el Honorable Tribunal Contencioso Administrativo de la Guajira, condenando al Departamento a demoler y construir un puente nuevo así como a realizar la rehabilitación o reparación y mantenimiento de la via la Florida – Cuestecitas (sobre la cual hablare en otra columna).
La construcción del puente fue contratada el día 30 de julio de 2015 mediante contato 471 el cual inició su ejecución el 1 de septiembre de 2015, pero la obra fue suspendida a los 33 días, el día 4 de noviembre, casi que de inmediato, posteriormente se amplió dicha suspensión en dos oportunidades, el 21 de diciembre de 2015 y el 29 de febrero de 2016.
Durante el tiempo que ejercí como procurador agrario y ambiental de La Guajira, recibí constante información de la comunidad según la cual, el anticipo entregado al contratista se lo habrian pedido para sufragar gastos de la campaña electoral del 25 de octubre de 2015 para las dignidades locales, sin embargo, por no ser hechos de competencia en ese cargo, no fueron comprobados, lo cierto es que muchos rumores siguen rondando permanentemente al contrato.
Sin ser está una obra de mayor complejidad, porque se trata de un puente de 30 metros de longitud por 10 de ancho, que tenía previstos solo 4 meses para su terminación. En marzo del año 2017 cuando supuestamente estaba ya construido, en los análisis de laboratorio descubrieron que no iba a soportar el peso de los vehículos y de inmediato, por orden de la Gobernacion fue derrumbado.
El contratista construyó de nuevo la estructura y ahora si, cumpliendo las especificaciones para soportar el peso requerido, entregó la obra terminada. Pero vaya sorpresa, el puente no quedó conectado con la vía, ¡si, así como lo lees, que vergüenza, parece un chiste, pero es verdad! construyeron el puente con más de 2 años de retraso y no se puede transitar porque no lo pegaron a la vía.
Al recorrer el departamento en cada municipio, encontramos al menos una obra inconclusa o que nunca inició o que habiendo iniciado quedó mal hecha, son monumentos que nos recuerdan las malas decisiones, la falta de planificación y lo que definitivamente quisiéramos cambiar para nuestro futuro, con este puente.
No podemos permitir que eso suceda, aunque a los Guajiros nos tocó pagar una adición presupuestal para que la vía pueda conectar con la estructura ya han pasado más de 3 años y aún el puente de Machobayo no está terminado.
Publicar un comentario
Gracias por su comentario