“El camino de Diana es su herida abierta y la de Colombia entera. Una herida medular, impertérrita, insoportable”.
Del prólogo de Margarita Rosa de Francisco
La periodista realizó un recorrido de la vida política de su padre Luis López Peralta en el municipio de Barrancas en el sur de La Guajira, y que finalizó con su asesinato. Diana López se ha enfrentado al sistema y desde niña ha vivido en carne propia, la ausencia de su ser querido por la violencia y los intereses políticos de la región peninsultar. El libro estará disponible para la venta a partir del 23 de junio de 2020.
Luis López Peralta era concejal de un pueblo de La Guajira. Denunció por corrupción al alcalde Kiko Gómez, que era su aliado político, y se postuló para sucederlo. Todo parecía indicar que López sería elegido por los votantes, pero antes fue asesinado. En la población era un secreto a voces que el alcalde había ordenado su muerte y aun así tuvo el cinismo de cargar el ataúd y homenajearlo en su funeral. Gómez se convirtió en uno de los hombres más ricos y poderosos del norte del país. Llegó a ser gobernador de La Guajira y, como si fuera un señor feudal, disponía de las vidas y bienes de los ciudadanos.
Diana López Zuleta tenía diez años cuando mataron a su padre. Creció sin él y con el dolor de ver la impunidad que rodeaba su crimen. Estudió periodismo impulsada por la idea de investigar el homicidio y conseguir que el autor intelectual fuera juzgado y condenado. Dieciséis años después del asesinato, la Fiscalía se apropió del caso e incluyó la investigación de la periodista. Lo que el desierto no borró reconstruye la historia del concejal, su homicidio y el de otras víctimas. Su propia hija contribuyó al esclarecimiento de la muerte, por lo que recibió amenazas contra su vida y seguimientos, y fue la única de la familia que enfrentó a Gómez en el juicio. El político fue condenado con la pena más alta que se la ha impuesto a un funcionario público en Colombia.
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