Los disfraces de Jorge Pérez

Por: Wilson Alfonso Daza Cárdenas

A Jorge Pérez no lo quiere la gran mayoría de los guajiros. Siempre ha sido así y él lo sabe perfectamente. El concepto que tiene el pueblo de él es el peor que se puede tener de un político. Incluso, sus mismos seguidores lo reconocen. Pero eso a él no le importa, sencillamente porque nunca ha necesitado del pueblo para ser gobernador, ya que sabe, como todo un especialista, cómo llegar a ese cargo directa o indirectamente, aún en contra de la voluntad de la ciudadanía.

Para eso tiene bien estructuradas varias tácticas que aplica según el momento y la dificultad. Una de las que más le gusta y tal vez su preferida, es la que he denominado la del disfraz. A través de esa estrategia, puede camuflar una circunstancia o un hecho al ponerle un ropaje que no corresponde a su naturaleza. Y el disfraz que más le gusta es el de seriedad. He aquí una pequeña lista de sucesos y objetos que han sido disfrazados por el Gobernador para engañar al pueblo.

1. El aval.- Como no pudo recibir aval de partido político alguno, dado que las normas éticas de esas colectividades contienen exigencias que él no cumple, designó a varias personas para que le construyeran un aval por firmas. En un departamento como La Guajira esa actividad no pasaría desapercibida; pero aquí los únicos que se acuerdan de esa recolección son, más o menos, diez de sus amigos. Las personas que hemos tenido acceso visual a esas firmas hemos podido recordar las épocas del colegio cuando, a manera de castigo, los profesores nos hacían escribir planas, porque eso es lo que parecen. Pues bien, esas planas fueron las que él disfrazó de aval.

2. El lema de campaña.- Obviamente el lema de campaña de Jorge Pérez parecía un chiste capaz de hacer reír a carcajadas a cualquier guajiro sensato. Pero el disfraz estaba bien puesto porque cuando él dijo “La Guajira necesita seriedad”, no se refería a toda La Guajira, sino a su grupo, Nueva Guajira. Esa fue una forma de comprometerse con una minoría, a la que prometió cumplir con sus compromisos políticos sin hacer consideración alguna sobre las necesidades del pueblo.

3. Su actividad proselitista.- Nadie recuerda a Jorge Pérez exponiendo en plaza pública su programa de gobierno. Claro, es que él no congregó al pueblo guajiro para convencerlo, porque no necesitaba de ese pueblo. Pero, para poder sacar adelante su propósito requería hacer que las cosas parecieran lo que no eran. Por eso se tomó el trabajo de empapelar toda La Guajira con afiches y vallas, de tal manera que quien pasara por las calles dijera: qué gran apoyo el que tiene este candidato.

4. La encuesta.- Todas las encuestas que se hicieron durante la campaña, dieron como amplio perdedor a Jorge Pérez. Y aunque las encuestas son lo de menos, él necesitaba una que lo diera como ganador para ponerle el adorno final a lo que estaba tramando. Fue así como contrató una encuesta y para disfrazarla de seriedad, dijo a la comunidad que había sido pagada por el Cerrejón. Y a pesar de que esa empresa lo dejó por embustero, él se encargó de bajarle el perfil a la declaración y se concentró en darle mucha publicidad al falso resultado.

5. La votación.- Tal como quedó demostrado en la primera instancia del proceso electoral, Pérez Bernier no ganó. Por eso el tema de las mesas también será motivo de apelación por parte de la parte demandante. Ha de recordarse que a las mesas de votación llegaron, a eso de las once de la mañana, unos paquetes de tarjetones que venían pre-marcados en la casilla de Jorge Pérez. A esto se suman los problemas de suplantaciones y la duda que se generó alrededor del manejo que se le dio al software de la Registraduría, el cual es manipulable de tal modo, que a través de él se puede escoger quien será Gobernador, diputado, alcalde y concejal.

6. El programa promocional de su candidatura en radio.- Durante la campaña no tenía porqué llevar disfraz. Simplemente era el espacio radial que promocionaba su candidatura. Pero, una vez en la Gobernación, decidió que ese programa debía seguir; mas como ya no estaba en campaña, lo disfrazó de noticiero y ahora se llama Noticiero Seis A.M. de Caracol Radio Riohacha. Allí sólo se escuchan las voces de Jorge Pérez y sus amigos. Claro que en estos días, con motivo del fallo del Tribunal, se han quitado el disfraz y han asumido de frente la defensa de su jefe ante la opinión pública. Paralelo a ello están desarrollando una campaña en contra de la imagen de José Manuel Abuchaibe, Miguel Murgas y sus respectivas familias.

7. El problema jurídico de su elección.- Basta con escuchar hablar a Nando de Luque y al mismo Jorge Pérez para darse cuenta de que no tienen ni la más mínima idea de lo que pasó en el proceso electoral seguido contra su elección. Así fue durante toda la primera instancia. Nadie lo defendió y cuando trataron de hacerlo, lo hicieron mal. Hablan de tacha de falsedad, cuando lo que había que proponer era una objeción; hablan de pruebas en la segunda instancia, pese a que éstas sólo se practican en la primera; hablan de falsedad de documentos, y resulta que el problema es de verificación de firmas; hablan de revisar el dictamen pero el tiempo de proponer eso ya pasó. En fin, hablan y hablan.

Pero ellos son conscientes de su derrota jurídica, razón por la cual han querido disfrazar el problema de político. Así, han iniciado una verdadera campaña política, como si el Consejo de Estado fuera a tener en cuenta ese tipo de presiones. Ellos saben que los jueces sólo analizan lo que está dentro del expediente y que lo que está por fuera, simplemente no existe para el proceso. Pero, a pesar de que lo saben, quieren, antes de irse, generar la idea de que todo es una injusticia y que la víctima es Jorge Pérez.

Han llegado, incluso, a tratar de sembrar la idea de que el fallo de primera instancia fue producto de un soborno. Pero en eso sí se pifiaron porque, si de plata se tratara esto, ellos son los que la tienen. De manera que es Jorge Pérez el que puede llevar millones a la cara de un magistrado. Pero esas cosas ya pertenecen al pasado de La Guajira. Lo que ocurre es que a él no le cabe en la cabeza que un juez pueda dictar una sentencia sin ser sobornado. Por eso acusa irresponsablemente.

En todo caso, Jorge Pérez podrá utilizar todos los disfraces que quiera, pero el que lo pone de burla es precisamente el que más le gusta: el de seriedad.