El efecto cangrejo

"Aquí nadie puede tener prosperidad o ocupar un cargo importante. Las diatribas vienen como en la guerra, por todos lados. Aquí se sufre más por el bien ajeno que por el mal. Y ahí es donde Villanueva ha tocado fondo. Necesita con urgencia un exorcismo para ver si el odio, el resentimiento y las malquerencias desaparecen de nuestros corazones. Aquí en este bello pedacito de patria se vive de puro existencialismo y de puro materialismo, lo espiritual casi es un espejismo".

Por: Hernán Baquero Bracho.

Escuchando al periodista y Director de noticias “La fuerza de la verdad” de Viva Fm Radio de Villanueva, Aliskair de la Hoz, el día 13 de enero del año que comienza, puede uno darse cuenta de la situación que se vive en este bello municipio, que en el pasado lideraba al sur de La Guajira en todo: en productividad, en política regional, en cultura, en educación, en eficiencia, en humildad de sus habitantes, en paz y en concordia. Hoy casi de eso nada queda; con excepción de la cultura en cabeza de nuestro festival cuna de acordeones y en la reivindicación de los derechos humanos en manos de la personería municipal. ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué nuestro pueblo está en decadencia? ¿A qué se debe el retroceso?.

Ese fue parte del análisis certero y racional que hizo el periodista Aliskair de la Hoz. Que nos está pasando? Por qué de las conserjas y de las veleidades en cada esquina de los villanueveros, que en nada son útiles. Antes por el contrario, los comentarios son malintencionados, fuera de foco, juicios a priori, juicios destructivos y nada constructivos. Parece que el gorgojo de la envidia a proliferado a todos sus habitantes. Y el decir de muchos que en la mayoría de los casos, ningún villanuevero habla bien de otro Villanuevero.

Aquí nadie puede tener prosperidad o ocupar un cargo importante. Las diatribas vienen como en la guerra, por todos lados. Aquí se sufre más por el bien ajeno que por el mal. Y ahí es donde Villanueva ha tocado fondo. Necesita con urgencia un exorcismo para ver si el odio, el resentimiento y las malquerencias desaparecen de nuestros corazones. Aquí en este bello pedacito de patria se vive de puro existencialismo y de puro materialismo, lo espiritual casi es un espejismo. De ahí en parte la raíz de nuestros males seculares. Si nos acercamos mas a Dios, el cambio sería inminente. El amor lo cambia todo y endulza nuestros corazones. Pero la raíz de amargura y la insensatez de todos nosotros nos tienen al borde del abismo.

Por eso en este pueblo se aplica el famoso silogismo del efecto cangrejo. El que desea sobresalir de manera limpia y trasparente, con su intelecto, con sus dones, con su productividad, con sus finanzas, el otro lo ataja y no permite que salga adelante. Es la filosofía del mediocre. Si yo no puedo hacer tal cosa, el otro tampoco es merecedor de ello. Casos y cosas de la vida real que como un film, se vive a diario en el acontecer de nuestros habitantes. El macondo de cien años de soledad del laureado premio nobel Gabriel García Márquez, no es producto de la imaginación es producto de la realidad y esa realidad macondiana es Villanueva.

Las posiciones subalternas están por encima de los intereses de la comunidad. Ahí está un ejemplo palpable lo que sucedió con la empresa multinacional MPX, que estaba posicionada aquí en la tierra bella y por intereses encontrados de un dirigente del partido conservador y del Alcalde Municipal, se dio al traste con los intereses de todo un pueblo. Lo más fácil para ellos es que la multinacional se fuera, como en efecto ha sucedido y que la torta y el ponqué no le quedó a ninguno de los dos. Inaudito que todo esto esté pasando en nuestro pueblo y en nuestras narices y que no se oiga una sola voz de inconformidad. ¡Qué tristeza! Las instalaciones del hotel Guazara son hoy el premio a lo no planeado, a la ineficiencia y a la falta de autoridad. Es el premio del buitre, a los despojos de supervivencia.

Cámbianos o nos cambian reza un aforismo popular. No olvidemos, que las sociedades, a diferencia de los seres vivos, primero se descompone y después se mueren; pues bien, la vieja sociedad o la sociedad actual, está en sus últimos estertores… y, desde siempre, la noche muere en el día, siendo que nunca es más oscura la noche, que un instante antes de amanecer.