La problemática relacionada con las industrias extractivas en territorios indígenas de Latinoamérica, es cada vez más dramática en materia de violaciones a los derechos humanos, a los derechos colectivos y a los derechos de la Madre Tierra.
Suiza, es reconocido a nivel internacional como un país mediador en la solución de conflictos, es visto como un actor neutral para la promoción y establecimiento de la paz en países como Colombia, sin embargo, la política de cooperación Suiza, en este sentido, es hartamente incongruente, cuando ésta promueve al mismo tiempo, la entrada en vigor de Tratados de Libre Comercio con países como Colombia y Perú, los cuales entraron en vigor el pasado 1º de julio, abriendo consigo el paso a la implementación y consolidación de proyectos ejecutados por multinacionales suizas como Glencore y Xstrata. Las operaciones de éstas compañías son devastadoramente contaminantes, además de provocar el desplazamiento forzado de los habitantes originarios de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que habitan en los territorios más ricos en recursos naturales como el carbón, el cobre o el aluminio, entre muchos otros.
Para el caso colombiano, la mina El Cerrejón, de la cual la compañía suiza Xstrata es dueña del 33.3%, ha establecido un plan de $ 1,3 mil millones de dólares, para ampliar la producción de la mina a cielo abierto más grande del mundo. Se pasará de explotar 32 millones de toneladas, que es lo que se produce actualmente por año, a 40 millones de toneladas métricas en 2015. Igualmente El Cerrejón estudia una segunda ampliación que representaría un incremento de la producción hasta de 60 millones de toneladas en 2017, sin embargo, ninguna de estas exitosas proyecciones, tienen en cuenta a las comunidades originarias de pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinas, las cuales se verán afectadas notoriamente, no solo por la contaminación, sino también por el desvío del Río Ranchería, el único recurso hídrico del árido departamento de La Guajira en ese país.
A pesar de que varias comunidades del pueblo indígena Wayuu afectadas por El Cerrejón, han detenido las consultas que por ley, debe realizar el gobierno para garantizar el derecho al Consentimiento Previo Libre e Informado (CPLI), contemplado en varios instrumentos internacionales, así como en la legislación vigente de Colombia, las presiones que sobre las comunidades ejercen las compañías y el gobierno, son cada vez más malintencionadas, teniendo como objeto que las comunidades accedan a abandonar sus territorios para poder llevar a cabo las expansiones de los yacimientos para la explotación del carbón. La ampliación de los yacimientos de El Cerrejón, desviarán el curso del Río Ranchería, único recurso hídrico de la región, lo que implicaría no solo un gran impacto social para el pueblo Wayuu, sino también una catástofre irreparable para el medio ambiente.
Es importante anotar que, el mineral proveniente de los yacimientos de El Cerrejón, alimentará las plantas de carbón, Brunsbüttel-Alemania y Calabria-Italia, de propiedad de la Sociedad Suiza de Repower. La planta en Brunsbüttel, solamente, produciría 10 millones de toneladas de CO2 al año, lo que corresponde al 25% de las emisiones de carbono que produce toda Suiza. Repower, compañía de la cuál el Cantón suizo de Los Grisones es dueña del 46%, en la actualidad es duramente criticada por haber auspiciado un grupo de personas provenientes de Calabria-Italia para viajar a Chur-Suiza, con la intensión de contrarrestar una importante manifestación que convocó a cerca de 500 personas que se oponen a la puesta en marcha de los proyectos de energía eléctrica de ésta compañía.
Hasta el momento, infortunadamente se desconoce la posibilidad de que el carbón de El Cerrejón que alimentará las plantas de carbón de Repower se importe a Suiza bajo las bondades del Tratado de Libre Comercio Colombia-Suiza, sin embargo, será importante crear los mecanismos adecuados para dar seguimiento a las aplicaciones de TLC, que fue firmado y promovido por el Estado Suizo, a pesar de las graves violaciones de derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario que ocurren sistemáticamente en Colombia.
Tres mujeres indígenas, Virginia Cruz del pueblo Diaguita de Argentina, en donde se encuentran comunidades afectadas por la mina la Alumbrera de propiedad de Xstrata, así como, Yazmin Romero Epiayu y Karmen Ramírez Boscán, de la organización Fuerza de Mujeres Wayuu del Pueblo Wayuu de Colombia en donde se encuentra localizada la mina de El Cerrejón, darán sus testimonios y puntos de vista acerca de la minería iresponsable de Xstrata y Glencore, en una serie de eventos que se desarrollarán durante la gran movilización que apoya a la IV Minga Global, convocada por la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI. La Minga en Zug-Suiza: Wounmainkat – Madre Tierra Resiste, cuenta con el amplio respaldo de los parlamentarios cantonales Stephan Gisler y Anna Lustemberger del Partido Verde de Zug (Alternative – die Grünen Zug), quienes cuestionan ampliamente las operaciones de las compañías suizas en países del Sur, así mismo cerca de 10 organizaciones suizas se han adherido a esta importante iniciativa que se llevará a cabo el 12 de octubre de 2011 “Día de la Resistencia Indígena”, en el Cantón de Zug, lugar en donde se encuentran las oficinas financieras de Xstrata y Glencore.
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