Por Hernán Baquero Bracho
A Finales del siglo pasado y en los inicios del presente, cuando el horizonte de la península, hacía presagiar un destino mejor ante el auge comercial de la época, estimulado por la privilegiada ubicación geográfica de importante puerto sobre el Caribe, surgieron en nuestro medio personalidades de la talla de Nelson Gnecco Coronado, mayor de siete hermanos (Lucas, Eva, Dominga, Antonio, Reyita, Felipe y José) nacidos en Riohacha e hijos de José Gnecco Carazzo de Origen Italiano y Rita Coronado, nacida en Dibulla.
Nelson Gnecco Coronado, fue uno de los principales impulsores del comercio en este Puerto con el exterior, especialmente con Europa a través de su casa "comercial Nelson Gnecco Coronado y Hnos. Ltda.", siendo esta la más importante firma importadora de seda, porcelanas y otra abundante gama de artículos que luego eran vendidas en el resto del país. Desde estas épocas se exportaba el dividivi, que tenía gran acogida en la fábrica de tintes del viejo continente.
Dentro de sus actividades comerciales los Gnecco Coronado se relacionaron con el ciudadano de origen francés José Víctor Dugand, quien contrajo matrimonio más tarde con Reyita, la hermana menor de los Gnecco Coronado, y fue así como nació el Banco Dugand-Gnecco que movía la mayor parte de los dineros de la Costa y tenían a la vez su propia moneda. Este banco funcionó donde hoy queda el hotel Almirante Padilla.
Las influencias de estos personajes no solamente eran en los medios comerciales, pues su origen italiano y las costumbres de su padre José Gnecco Carazzo, influyó en ellos convirtiéndose en personas influyentes e impulsoras del progreso de la región, logrando que José Gnecco Coronado fuera gobernador del Magdalena y también Diputado, para formar luego su familia en Santa Marta con la distinguida dama Rosita Campo Serrano.
Nelson Gnecco Coronado, tuvo el honor de estar entre los designados por el gobierno nacional para transportar los restos del almirante José Prudencio Padilla hasta la ciudad de Riohacha, como lo registra en su libro Torres Almeida.
Las labores comerciales llevaron a Nelson Gnecco Coronado, hasta la Capital de la República y allí contrajo nupcias con María Fallan, hija del poeta Diego Fallan y de cuya unión nacieron entre otros María Amalia la Gnecco Fallan, quien se casa con Daniel Samper Ortega. María Amalia, al igual que sus hermanas nacieron en Riohacha. Como hecho curioso es digno destacar que las otras hijas de Nelson Gnecco Coronado (Blanca y Ana Rita) también formaron pareja con los otros dos hermanos Samper Ortega (Eduardo y Santiago), constituyéndose en esa forma un cruce poco común entre la Familia Samper de Bogotá y Gnecco de Riohacha.
Uno de los hijos de Daniel Samper Ortega y María Amalia Gnecco es Andrés quien a su vez se casó con Helena Pizano y fueron los padres del ex presidente de la república Ernesto Samper Pizano y del afamado periodista y vallenatologo Daniel Samper Pizano. Como pueden observar al ex presidente Samper le corre por sus venas sangre guajira y lo más importante por vía materna y siempre evoca el recuerdo de su abuela y sus ancestros guajiros. Siendo presidente de la República sus obras sociales llegaron al departamento, especialmente la reforma agraria donde le dio un gran apoyo al suscrito, siendo gerente regional para que se le entregara tierra a los desplazados de Venezuela y a los campesinos sin tierras en esta sección del país. Cada vez que visita Riohacha llega donde su prima, la periodista “Yiya” Gnecco de Daza con quien ha mantenido una gran amistad, conservando los lazos de sangre que unen y unirán por siempre a los Samper con los Gnecco de Riohacha y los Coronado del municipio de Dibulla.
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