Por: Hernán Baquero Bracho.
La situación que vive Villanueva en relación a su baja al menor grado de la productividad y de la competitividad en el sector agropecuario, que era su fortaleza más importante en su desarrollo y en su crecimiento económico, es urgente analizar.
Este sector en las décadas de los 50, 60, 70, 80 y mediados de los 90 aportaba el 70% de su PIB Municipal, el otro 30% lo aportaba el comercio, pero hoy escasamente contribuye con el 1% de dicho Producto Interno Bruto, lo que ha venido generando una crisis total del sector agrícola y ganadero. Villanueva hoy está sumido en la más profunda caída de su economía con un desempleo alarmante por encima de los dos dígitos y con una pobreza como nunca antes la había mostrado que desdice de las cifras del DANE que indica que dicha pobreza para el Municipio está en el orden del 34%.
La Economía Política – que es cuando se presentan proyectos bien sustentados y que cuentan con el apoyo y el encadenamiento del sector político, jalonan el desarrollo del Municipio – se basaba siempre en el peso de cada economía que incide en el desarrollo del país o de una región de la patria. ¿Cuál era el peso de la economía villanuevera? Por tantas décadas ese peso lo lideraba y ostentaba el sector agrícola y ganadero. En esa época la economía era cerrada y no abierta como es hoy en el mundo global en que nos movemos.
Pero, ¿Qué pasa en Villanueva? Desde mediados de la década de los 90, vino el estancamiento del sector agropecuario y por ende el decrecimiento económico. Anteriormente en Villanueva se cimentaba un liderazgo monolítico, que fue exitoso en esa economía política y por ello se convirtió en el centro de la política y de la economía. Nuestro Municipio era la despensa agrícola del sur de La guajira, incluido el norte del departamento del Cesar. Desde mediados de los 90, el liderazgo monolítico, cambio por un liderazgo pluralista auspiciado con la reforma política de la nueva Constitución y ahí fue Troya: Surgieron los seudodirigentes de toda especie y los espirales de rezago de esos liderazgos monolíticos y vino el caos donde todo mundo se cree líder y más aun dirigentes. Y entonces en Villanueva con esas falsas utopías se patentizó el chisme y las conserjas, aupado por Doña Envidia y en ese sentido, mas la violencia que se vivió en una época sombría ha tocado fondo y el gran damnificado ha sido el alicaído sector agropecuario la base de la economía primaria y de ahí los resultados pasmosos negativos en los renglones de la agricultura y de la ganadería, con el detonador de una mala política nacional en este sector y la cultura del cemento impuesta desde la gobernación de La guajira.
Hoy cuando Villanueva podría tomar aire fresco en su economía primaria, con la expedición del Decreto 1987 de Septiembre 12 de 2013 por el cual se constituye el Pacto Agrario, se reglamentan los CMDR (Consejos Municipales de Desarrollo Rural) y de ahí que el 22 de Febrero pasado, la alcaldesa de los villanueveros convocara a la instalación del CMDR con todos los actores de acuerdo a lo consignado en dicho decreto y a las directrices del gobierno Nacional y ¡Oh Sorpresa! No se pudo instalar porque el acuerdo que la Señora Alcaldesa había bajado al Concejo Municipal para homogenizar lo que ya estaba creado de que trata el Artículo 89 de la Ley 160 de 1994, con lo establecido con el Artículo Sexto del Decreto 1987 en el Pacto Agrario no se había aprobado.
Las diferencias por todos conocidos entre la Alcaldesa y el Concejo Municipal han afectado a la comunidad villanuevera y yo no voy a ahondar en el motivo de dicha crisis, pero fue una gran oportunidad que se perdió para comenzar a reactivar el sector agropecuario, con las nuevas directrices de lo establecido en el Pacto Agropecuario donde el gobierno Nacional ha dispuesto un presupuesto de $2 billones de pesos. Y digo que se perdieron estas oportunidades porque el plazo para presentar los proyectos productivos basados en cinco esquemas es hasta el 19 de Abril ante los CMDR y de ahí para presentarlos al gobierno Nacional hasta el 14 de Mayo y de esa fecha a junio 20 es la aprobación de los proyectos mencionados.
Proyectos productivos como la renovación de cultivos, siembra de yuca, transferencia de tecnología, mercadeo y comercialización de productos agropecuarios, maquinaria y equipos con un costo cada uno de $246 millones que por cinco, representaban ingresos por mil doscientos treinta millones de pesos, donde el gobierno nacional financia hasta el 70% y el 30% la entidad municipal que puede ser justificado en bienes y servicios. Además para construcciones de viviendas rurales se aprueba cupo de cinco a sesenta con un costo unitario de $14 millones 700 mil pesos, lo que podría haber originado inversiones para el municipio en el sector rural por el orden de $882 millones de pesos, sin contar con proyectos de riegos y drenajes. ¿Cuándo se pondrán de acuerdo la Alcaldesa y el Concejo Municipal para que funcione por fin el CMDR? ¿Cuándo Villanueva, volverá a su época dorada en el sector agropecuario si contamos con buenos suelos y las condiciones para reactivar dicho sector primario de la economía?
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