Asesinato del médico Jorge Daza sigue sin resolverse un año después


La Fiscalía no ha podido establecer si hubo nexos de la banda de ‘Marquitos’.
Un coautor condenado, otro acusado en juicio, un expediente que ha estado en manos de tres fiscales y una sospecha latente sin confirmar resume el primer año después del homicidio del neurólogo Jorge Daza Barriga.
El médico fue asesinado la noche del 24 de enero, a las 7:40. Llegaba a su casa en el barrio Ciudad Jardín, cuando un sicario lo acribilló frente a la reja del garaje. Daza no tuvo tiempo ni de bajarse de su camioneta, una Ssang Yong gris, de placas QHM-661.
El especialista, oriundo del municipio Distracción (La Guajira), tenía 63 años y una trayectoria profesional calificada por amigos y familiares de “impecable” y “ejemplar”.
La muerte y las causas se mantienen, sin embargo, entre conjeturas y denuncias sin pruebas. Y los autores del crimen, materiales e intelectuales, en libertad.
“La investigación sigue en desarrollo, se están evaluando muchas informaciones y, por ahora, estamos concentrados en el juicio”, declaró por teléfono Álvaro Sarmiento García, director nacional de fiscalías especializadas contra el crimen organizado. 
El expediente está en la fiscalía 10 de la unidad contra el crimen organizado y ha pasado por las manos de tres delegados, cuyos resultados son las capturas como coautores del homicidio de Breider Mercado Sarmiento y el soldado Apolinar Betancur Ramírez, destituido por el Ejército tras su arresto.
El exmilitar ya fue condenado a 23 años y ocho meses de prisión, por allanarse a cargos de homicidio agravado y porte ilegal de armas. Mercado afronta el juicio ante el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Barranquilla, por los mismos delitos.
La investigación se inició con Wílder Guerra Millán, quien dejó el despacho por su nombramiento en abril en la Dirección seccional de Fiscalías de Barranquilla. Lo reemplazó su asistente, Dayro Herrera Iglesias, que llevó el caso hasta después de la audiencia de acusación contra Sarmiento, realizada en octubre. Y desde diciembre lo asumió Patricia Alonso Hernández, asistente de Herrera, quien fue nombrado fiscal titular en Cúcuta.
Betancur condujo el auto Hyundai Elantra gris, de placas QGX-474, en el que fue movilizado el sicario de Daza. A Ramírez se le acusa de intervenir en la última venta del vehículo, negocio hecho con Nadín Yaber Fernández y Nadín Yaber Tapias.
Un investigador de la Fiscalía aseguró que una de las teorías que aún se indagan es el presunto nexo con el asesinato de la banda de Marcos Figueroa García, jefe del narcotráfico y contrabando en La Guajira capturado en octubre en Brasil. “Es un hilo que estamos tratando de enlazar, pero está muy débil”.
La vinculación de Figueroa surge por su señalada relación con Juan Francisco Kiko Gómez, y la rivalidad política entre este y Bladimiro Cuello Daza (hermano del neurólogo) durante la última campaña por la Gobernación de La Guajira que ganó el primero.
“Hay una pequeña luz que indica que, en parte, sí; se están analizando interceptaciones para corroborar o no ese tema”, agregó la fuente.
Otra sospecha que se da por hecho es que “la organización que está detrás” contrató a delincuentes de la capital del Atlántico. “Hay más involucrados, gente que vive en Barranquilla, para nadie es un secreto que en la ciudad hay oficinas de sicarios”. 

Tomado de: http://www.elheraldo.co/

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