¿Cómo entender a La Guajira?

En febrero de este año unos 200 indígenas wayuu se tomaron la vía férrea del Cerrejón, en La Guajira, reclamando la autonomía para administrar la educación en sus respectivos territorios con el fin de salvaguardar los usos del suelo y costumbres ancestrales.



POR: 

FUNDESARROLLO
Prestación de servicios a una población dispersa en un territorio amplio y la debilidad de las finanzas públicas de los municipios, principales obstáculos que enfrenta el Departamento.
Durante los últimos años han sido recurrentes en los medios de comunicación nacionales las noticias sobre La Guajira relacionadas con la falta de agua potable, la muerte de niños wayuu por desnutrición, y el rezago de su territorio en términos de cobertura de educación, salud y servicios públicos en comparación con otros departamentos.
Más allá de atribuir la situación actual únicamente a aspectos institucionales que influyen en el funcionamiento de los entes territoriales, es importante que los hacedores de política a nivel local y nacional, y la ciudadanía en general tengan claras todas las características que repercuten en el desarrollo del territorio, tanto para entender la problemática como para plantear soluciones.
A grandes rasgos La Guajira tiene seis veces el tamaño del departamento del Atlántico, y aloja menos de la mitad de la población. Es un territorio fronterizo donde cerca de la mitad de los habitantes son jóvenes, rurales y e indígenas. La dispersión de la población en todo el territorio junto con la debilidad de las finanzas públicas de los entes territoriales dificulta que las intervenciones y servicios que ofrece el Estado lleguen a todos los que la necesitan. Sus características únicas deben tenerse en cuenta para diseñar intervenciones más pertinentes.
La pobreza, el eterno distintivo
La Guajira, un departamento con cerca de 930 mil personas, en las últimas décadas ha estado catalogado como uno de los territorios más pobres de Colombia, situación que se mantiene en la actualidad. De acuerdo a las últimas cifras oficiales, el 55% de sus habitantes se encontraba por debajo de la línea de pobreza, llegando  a convertirse en el departamento más pobre de la región Caribe, de por sí una de las más pobres y pobladas del país. La mayor parte de sus pobres son indígenas.

Departamento con más indígenas en Colombia
La Guajira es el departamento que tiene más indígenas en Colombia, lo que lo hace atípico por su diversidad étnica. Aparte de la etnia indígena wayuu, que es la nativa de La Guajira, también se encuentran los que hacen parte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Para 2014, estimamos había más de 417.000 indígenas en La Guajira. Esta población en su mayoría vive en rancherías de un promedio de 50 habitantes cada una, separadas unas de otras a lo largo de un territorio amplio. La dispersión de la población es, pues, alta, y una de las principales razones que explica las bajas coberturas en los servicios públicos.

Población dispersa y cifras poco confiables
De acuerdo a la Gobernación de La Guajira, en un ejercicio de fotointerpretación, encontraron que en Uribia, Manaure y Maicao, los municipios más al norte de Colombia y en donde se encuentra gran parte de la población wayuu que sufre los principales problemas asociados con la desnutrición y falta de agua, se encuentran cerca de 31 mil de estos puntos poblados esparcidos en un territorio tres veces más grande que el departamento del Atlántico.

Esto conlleva a que no se puedan aprovechar economías de escala y las intervenciones para prestar servicios se tengan que hacer en pocos puntos, y difícilmente se vean reflejadas en los indicadores de la calidad de vida de la población total. En cambio, en una ciudad las personas se encuentran aglomeradas en espacios pequeños, lo que disminuye costos en la prestación de servicios públicos.
Asimismo, debido a la dispersión de la población, en La Guajira es difícil medir cuál es la real magnitud, a manera de diagnóstico, de las problemáticas que enfrenta la población rural. Por este motivo, por ejemplo, es difícil tener certeza del número de niños que han muerto por desnutrición en los últimos años. Ya lo dijo el presidente Santos en su última visita a La Guajira. No hay información confiable que permita medir los esfuerzos que se están desarrollando en el territorio. El anuncio de la realización de un censo rural en la Alta Guajira es apenas el comienzo para conocer el estado del territorio hoy día.
Una economía dependiente de la minería
El aparato productivo de La Guajira produce 7.803 miles de millones de pesos y ocupa a 422.564 personas. Es el tercer departamento que más depende de la explotación de los recursos naturales después de Casanare y Meta. La extracción de carbón representó en promedio entre 2003 y 2013, el 56% de su producto interno bruto, lo cual lo convierte en un territorio atípico a nivel nacional por la composición de su estructura económica y su alta dependencia de un solo sector.

Baja productividad de la mano de obra
En La Guajira el 64% de los ocupados se encuentran en las actividades agropecuarias, comercio al por menor y manufacturas, y estos solo generan el 11% del PIB. Mientras que la explotación de minas y canteras, una actividad con pocos encadenamientos productivos, con el 2% de los ocupados produce el 53% del PIB. De esta manera, la mayor parte de su mano de obra genera bajo valor agregado.

Muchos son jóvenes
Uno de los aspectos que explican la baja productividad de la mano de obra es que en La Guajira hay un alto porcentaje de jóvenes en comparación con el nivel nacional, lo que significa una menor proporción de personas en edad de trabajar, y la necesidad de mayores recursos para educar y atenderlos en el sistema de salud. Mientras que en La Guajira el porcentaje de personas menores de 15 años y mayores de 65 es de 42%, a nivel nacional es 34%; brecha que es mayor en las zonas rurales.


Finanzas públicas municipales débiles
La disponibilidad de suficientes recursos públicos bien administrados son necesarios para la prestación de los servicios que ofrece el estado en un territorio. En el caso de La Guajira, la mayoría de los municipios no cuentan con la capacidad fiscal para resolver las problemáticas básicas a la totalidad de su población; muchas de estas más costosas de resolver que en una ciudad, de nuevo, por la dispersión de la población.

Los municipios más prósperos del departamento son aquellos que además de recibir grandes sumas de dinero por concepto de regalías provenientes del carbón, reciben los tributos de las grandes empresas, grupo en el que se encuentran Albania, Hatonuevo y Barrancas. En los otros municipios el recaudo tributario es bajo, por lo que exceptuando el cobro del impuesto de industria y comercio gran parte de sus ingresos provienen de transferencias de la Nación.
Entender a La Guajira en su circunstancia
Entonces, por un lado, en la media y alta Guajira la población vive dispersa lo cual dificulta la prestación de servicios públicos y la disponibilidad de estadísticas confiables. Esto, unido a la debilidad de las finanzas públicas y su dependencia de la minería, nos lleva a preguntarnos ¿está la Nación pensando correctamente las estrategias para el desarrollo de La Guajira?

No todo es desierto
El departamento se divide en baja, media y alta Guajira, donde la parte seca y desértica se encuentra en el norte. En la media y alta Guajira, territorio en donde viven la mayor parte de los wayuu y se encuentra la infraestructura de explotación de carbón y gas natural. Al sur del Departamento se desarrollan actividades agropecuarias, en municipios como Dibulla o La Jagua del Pilar, los cuales se encuentran en las faldas de la Sierra Nevada de Santa Marta.


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