La
noche del sábado fue liberado en un sector subnormal de Riohacha, el
comerciante Mario de Jesús Bayona Cano, secuestrado el 29 de junio en una casa
finca en las afueras de la capital guajira.
Bayona Cano llegó con la barba crecida y bastante delgado, pero
sin heridas.
“Denme diez mil pesos para pagar un taxi. ¿Por qué me ven así?,
¿quién dijo que los muertos no resucitan? ¡Salúdenme!”, fue lo primero que les
dijo el comerciante a sus familiares cuando llegó a su casa de la avenida
Los Estudiantes de Riohacha.
Sobre el caso, el comandante de la Policía de La Guajira,
coronel Alejandro Calderón Celis, aseguró que el plagiado quedó libre gracias a
la presión que ejercieron las autoridades para rescatar al ciudadano de 60
años, oriundo de Medellín. La familia sostiene que no pagó dinero por su
libertad.
“Ya estábamos muy cerca de ellos (y teníamos información de una
finca que justamente hoy estaríamos interviniendo con un allanamiento pues
había información que indicaba que era posible que allí lo tuvieran. Ellos
olieron algo y prefirieron que no los enfrentáramos y se fugaron”, señaló.
El liberado, quien orienta una iglesia de la religión de los
Testigos de Jehová en Riohacha, prefirió no entregar declaraciones a la prensa.
Según
el comandante de la Policía, el comerciante no fue llevado muy lejos; estuvo a
no más de una hora del perímetro urbano de la capital.
“Ya tenemos ubicado el predio donde este ciudadano permaneció en
cautiverio y lo más seguro es que se expidan órdenes de captura contra los
propietarios del mismo para que respondan por la utilización indebida de ese
bien”, dijo el comandante.
Mario Bayona Palacio, hijo del comerciante, narró que a su padre
solo le daban dos raciones de alimento por día. Lo mantenían vendado y amarrado
con cadenas. “Para nosotros ha sido un episodio muy doloroso, pero le damos
gracias a Dios por habérnoslo devuelto sano y salvo”, dijo.
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