En la vida nos toca tomar
decisiones, incluso a temprana edad, unas para bien, otras para mal; son
decisiones que se deben tomar. Traigo esto a colación y me inspira la crónica “Rafael
Pacheco,– “El drama de "El Guajiro" Pacheco, histórico de Santa Fe”, (El
Espectador 21 ENE 2017), futbolista del Unión Magdalena y referente histórico
del club Santa Fe de Bogotá, campeón en el sexto título del cuadro albirrojo en
1975. Disputó un total de 296 partidos y marcó cinco goles.
Rafa Pacheco, como lo conocimos en futbol
tiene problemas de salud-de la enfermedad y la muerte nadie escapa-pero su
situación económica no permite por lo menos cumplir con el pago de la salud en
el régimen contributivo, según sus propias palabras “Hace unos meses fui
operado de la cadera, pero ahora me tienen que operar de la otra y no sé cómo
haré porque no estoy al día con la EPS”, manifestó.
Este caso, es la generalidad en
los deportistas, futbolistas en particular. Fueron grandes, ídolos, referentes,
pero solo se dedicaron a jugar futbol, muy pocos obtuvieron gran fortunas y viven
de la renta. Otros, la dilapidaron. La gran mayoría a duras penas ganaron para
cubrir las necesidades básicas en su entorno familiar. Empero, cuando llegó la
edad de retiro-30-35 años-salvo algunas excepciones, el goleador no hacia goles
ni al arco iris y el arquero no se tapa ni los huevos. Ningún club lo requiere,
tampoco se preparó para afrontar la vida de exfutbolista.
El abogado, profesor y periodista
Carlos Antonio Vélez, en su obra FUTBOL HOY, sostiene que “Es muy fácil ser
exfutbolista, más no es fácil ser exmedico, exabogado, exingeniero,
experiodista”. Y a renglón seguido sentencia “Se quedan solo con jugar al futbol,
entran en rebeldías irracionales, no admiten consejos ni formación y terminan
siendo con el tiempo un buen recuerdo, detenidos en el pasado pero sin presente
y sin futuro”.
Este mensaje, quiero dejar tanto
a padres de familia como a niños y jóvenes que sueñan con ser futbolista
profesional. Los felicito e invito a seguir soñando. Trabajar con
responsabilidad, disciplina e insistir, persistir, nunca desistir. Pero, tengan
siempre de presente que la vida del futbolista es corta, la posibilidad de
llegar es de mil uno de cien ninguno. Los muchachos deben tener presente que la
juventud se acaba pero la vida sigue. Significa que, además de futbol hay que
prepararse con otra profesión u oficio, de tal manera que cuando se acabe no
quedar como están la gran mayoría de los ídolos y referentes histórico, como el
caso de Rafa como la “cometa sin rabo”.
En mi caso personal, cuando formé
parte de las reservas profesionales-hoy-primera B, del club Atlético Junior de
la ciudad de Barranquilla, en el año de 1979, el “puchero” Baracca, técnico de
nacionalidad Argentina, abandonó abruptamente el equipo profesional, los
directivos en cabeza de Fuad Char, designaron como encargado a Juan Ramón “la
bruja” Verón. Pasé a ocupar la posición de Numero 11, o sea, puntero izquierdo
en la profesional, pero condicionada a mi retiro como estudiante de quinto
semestre de derecho en la Corporación Universitaria de la Costa. Con el dolor
de mi alma, en mi mejor momento futbolístico con solo 23 años, tomé la decisión
de retirarme no sin antes decir a los directivos y cuerpo técnico “vine a
Barranquilla a estudiar”. El futbol me sirvió como trampolín para alcanzar
profesionalizarme en lo académico.
Gracias a esa decisión, acertada
por cierto, me permite aseverar sin lugar a equivoco, que tomé la mejor
decisión. Hoy, soy un exfutbolista. Además, profesional de derecho y docente en
la Universidad de La Guajira.
Adenda única: A los muchachos,
practiquen el deporte de su preferencia. Pero independientemente si llegan o no
al profesionalismo, nunca, nunca dejen de estudiar. Al final los estudios son
para toda la vida. El deporte, futbol en particular con 35 años está viejo,
enfermo y sin recursos económicos para sortear los difíciles caminos de la vida
como el caso del “guajiro” Pacheco, que en honor a la verdad nació en el
Magdalena.
Escribió:
IGNACIO RAFAEL ESCUDERO FUENTES
Exfutbolista de la Selecciòn
Juvenil de Colombia, Chile 1974.
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