1,2,3... ¿ Perderemos otra vez?


Por Ricardo Villa Sánchez 
@rvillasanchez 


La forma en que quedaron los asientos en el Congreso de la República en las elecciones del pasado 11 de marzo, refleja que el país está parcelado entre tres tercios para la contienda presidencial: el oficialismo del actual gobierno que lidera Juan Manuel Santos encarnado en Germán Vargas Lleras; el continuismo de la seguridad democrática, en cabeza de Iván Duque, y el resto por el cambio y la innovación, que se lo disputan Gustavo Petro, Sergio Fajardo, y Humberto De La Calle. Sin embargo, el mismo día en que nos exhibieron la muestra no válida para votar del tarjetón a presidencia, las más recientes encuestas nos dejan la sensación de que Iván Duque va a ganar en la primera vuelta, sea a voto limpio o quizás con escrutinio sucio. En ese escenario, la pregunta es: Si no va a haber segunda ronda, ¿por qué no se unen los alternativos en una tercería para enfrentarlos dignamente? 

Pienso que los candidatos del espectro independiente, democrático o progresista, deberían escuchar el clamor ciudadano por una coalición pluralista, diversa, multicolor antes de primera vuelta. Señores Humberto De La Calle, Sergio Fajardo y Gustavo Petro, hagan un pare en sus campañas e inicien un diálogo nacional para buscar alternativas, con vocación de poder, al complejo panorama político actual. En vez de estarse disputando una franja que ya está copada, los candidatos independientes podrían hacer un análisis real y sentarse a concertar para lograr opciones de unidad de acción. En el actual escenario puede que no haya segunda vuelta. La amenaza es inminente y no da espera. Candidatos, es su compromiso histórico, o sino 1, 2, 3 ¿perderemos otra vez? 

Las irregularidades presentadas en las Consultas de Coalición, el desbordado dinero en las campañas contendoras, la maquinaria aceitada, el conteo 2 a 1 a boca de urna en sus resultados, los medios acechantes a señalar cualquier resbalada, las encuestas amañadas, el miedo, la dispersión de los alternativos, la radicalización de la derecha, el escaso debate de propuestas, programas e ideología; la poca diferenciación entre los que encarnan el cambio, el alejamiento de una posible ruptura o por lo menos de una concertación de partidos y movimientos por la democracia; y, se subraya, lo que parecería, desde el triunfalismo y los propósitos particulares de sus equipos de campaña, la separación de los candidatos de la realidad política en esta coyuntura o de las necesidades más sentidas de las mayorías. Lo que nos lleva a pensar, desde la tribuna, que este parece un país al revés: en la carrera presidencial, los del NO (a la Paz), a toda convergencia, -entre ellos- le dicen SÍ; los del SÍ, al anhelo ciudadano de coalición, le dicen NO. 

Más allá del discurso, de la movilización social, del encuentro interno de divididas tendencias, movimientos o partidos, de seguir respirando por las heridas abiertas, de la poca cooperación, de la ambición de vencer por vencer, es el momento de convocar a una Convención Nacional de las fuerzas independientes, para buscar un procedimiento que permita la coalición presidencial de los sectores democráticos para enfrentar a la ultraderecha. Gustavo Petro invita, De la Calle se quiere tomar un café, Fajardo cree que se puede, y a Caicedo lo ponen de arquitecto. Clara López dice tener la fórmula matemática, pero en la segunda vuelta; Ángela Robledo pide un café de tres; Claudia López afirma que los vamos a derrotar, por separado. En fin, al parecer, se entienden más las candidatas a vicepresidencia que los candidatos a la presidencia, por lo que el primer café se lo deberían tomar las 3 postuladas a la vicepresidencia y a partir de allí, avanzar hacia un acuerdo con aroma de vocación de poder.

Lo importante es que más allá de egos, vanidad, codicia, intereses particulares o cálculos electorales, los candidatos con grandeza, generosidad, coherencia y decencia, empiecen a considerar que la vuelta es antes de primera vuelta, para lo que es necesario diseñar un procedimiento que permita, por ejemplo, una consulta popular interpartidista virtual, con filtros que posibiliten haya un ciudadano un voto para definir candidatura unitaria; la concentración de compromisarios para diseñar el programa común; o si son tres candidatos, luego es posible que cada campaña contrate un sondeo por separado, con metodología veraz, y lo hagan público en la convención nacional que se convoque de carácter urgente, por la alianza para el cambio en el gobierno nacional. La concertación de los sectores independientes, con base en un pacto social y político, será la garantía para un gobierno alternativo transformador. Hablen y acuerden, ustedes pueden señores candidatos hacer que gane la gente en un país en el que quepamos todos. No nos arrebaten la esperanza. Es lo único que nos queda.

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