Tania Buitrago y su golpe al Fondo Mixto de Cultura

¿Se da cuenta del daño que le hizo a la cultura y las artes, Tania? Me atrevo a decir que sí.

Por: Abel Medina Sierra - Investigador cultural

A pesar de haber cesado en sus funciones como gobernadora de La Guajira, Tania Buitrago sigue mojando tinta y brillando en vitrina mediática en estos días. Por una parte, porque para algunos de sus amigos y beneficiarios, la sanjuanera “ya pinta” como figura política y cuadro potencial para ser candidata para la gobernación en las próximas elecciones. Tania, se mueve entre reuniones de los que ponen los pesos y los que ponen los votos para sacar cuentas y medírsele a un cargo con tanta miel que quiere regresar. Por otra parte, los corros políticos cuestionan su lealtad por presuntamente prestarse para reuniones con propósitos no tan claros como su piel.

Esta es la segunda vez que me refiero a Tania Buitrago, y coincide con la anterior pues se trata del tema del Fondo Mixto de Cultura de La Guajira y por las desatinadas decisiones de la ex gobernadora en ambas situaciones. Su paso por el cargo no deja tantos productos concretos, pero sí una imagen de mujer diligente y trabajadora. En lo que se refiere a la cultura y las artes, su balance es precario y hasta vergonzoso. Nunca estuvo entre sus prioridades, tampoco hizo ningún gesto para sacar adelante al sector y sus decisiones fueron tan demoradas como poco claras. A no ser que Buitrago crea que estar en palco en un festival represente “apoyo” a la cultura.

Para ir al grano, es cuestionable que, en su paso por la gobernación, Tania Buitrago le haya asestado un golpe traicionero al Fondo Mixto de Cultura que ya está casi al borde del abismo. Los Fondos Mixtos de Cultura fueron creados por el Estado colombiano para que los recursos de este sector fueran manejados por esta entidad. Fue una estrategia del Ministerio de Cultura (no de particulares), para que los recursos del sector de manejaran de una manera ágil, con menos trámites y sin las trabazones de la contratación oficial de los entes territoriales. Desde la creación del Fondo Mixto de La Guajira, el Departamento ha usado la entidad para lo que fue creado, para administrar los recursos del sector, incluso, no solo los de cultura sino de otras secretarías y entes como el Distrito de Riohacha también han aprovechado las bondades que representa el Fondo Mixto.

Extrañamente, Tania Buitrago ha sido la única gobernadora que tomó la decisión de no manejar los recursos de cultura a través del Fondo Mixto. ¿Con qué interés? Averígüelo Vargas. A Buitrago le importó un carajo que el Fondo es la entidad creada por el Estado para esa función, que ella es la presidenta de la junta directiva de esa entidad, que votó y apoyó a su actual gerente, Fredy González Zubiría, que la entidad debe casi un año a sus empleados y con la administración de esos recursos podría aliviar su carga de pasivos.

La ex gobernadora tenía otros intereses. El manejo de los recursos de la cultura, en una convocatoria en la que le pidieron al Fondo Mixto no participar, se los cedieron a una fundación privada llamada Fundescol, la que en la Gobernación es vox populis que pertenece “a unos amigos de la gober”. Ella podría decir que lo hizo en aras de una “transparente” licitación, el pecado está en que los cuantiosos recursos por administración de este convenio, se van para manos privadas. Si los manejara el Fondo Mixto irían para ser invertidos en el sector cultural, esa es la “pequeña” diferencia que Tania no quiso ver o que omitió haciéndole un daño considerable a la entidad que preside.

Precisamente, al tomar la opción regresiva y leonina de no celebrar convenios con la entidad creada para eso, se dieron todas las malas prácticas que el Estado quiso evitar al crear los fondos mixtos: talanqueras, peajes, tercerizaciones que van restando dinero hasta llegar menguados a las organizaciones y trabajadores de la cultura. ¿Se da cuenta del daño que le hizo a la cultura y las artes, Tania? Me atrevo a decir que sí.

En hora buena llega al cargo de gobernación el titular Wilmer González, para que en el futuro esos entuertos con fundaciones no terminen llevando los pocos recursos de la cultura a bolsillos privados.